Comienzos: La Historia Del Diluvio (2)

Queridos lectores, ya que la mayoría de comentarios en mi artículo anterior declara no estar de acuerdo conmigo, quiero explicar aquí algunas cosas.

Primero que todo, no intento convencer a nadie de nada. ¿Han escuchado la expresión: «Setenta rostros de la Torá»? Realmente representa un punto de vista judío sobre las Escrituras: nosotros creemos que cada palabra de las Escrituras proviene de Dios, sin embargo, no creemos que haya una única interpretación para cada palabra. Simplemente presento mi propia comprensión —la de ustedes puede ser completamente distinta y estoy completamente de acuerdo con eso—.

Segundo, antes de que lleguen a su propia conclusión, creo que es realmente importante que conozcan cómo los oyentes judíos del siglo I comprendieron estos versículos. Debo admitir que mi percepción de Génesis 6 está influenciada mayormente por los textos judíos del período del Segundo Templo, en particular, por 1 de Enoc, por eso me parece importante compartirlo aquí con ustedes también.

Primera de Enoc

1 de Enoc es una colección de textos apocalípticos judíos que datan de los tres últimos siglos anteriores a la Era Común. La mayoría de los eruditos creen que 1 de Enoc fue escrito originalmente en arameo y que sus partes más antiguas fueron escritas como a principios del siglo III a.C. Algunos eruditos consideran el redescubrimiento del judaísmo de Enoc como uno de los mayores logros de la investigación contemporánea dentro del judaísmo del Segundo Templo, y casi todos reconocen la importancia del judaísmo de Enoc en el desarrollo del pensamiento judío antiguo.

El Primer Libro de Enoc, o Enoc el Etíope, de hecho es una recopilación de cinco libros, cada uno aparece con su propio título y normalmente con su propia conclusión. Estos cinco libros, conocidos como el Libro de los Vigilantes (capítulos 1-36), Las Similitudes (también conocido como Las Parábolas (capítulos 37-71), el Libro de las Luminarias (capítulos 72-82), el Libro de los Sueños (capítulos 83-90) y la Epístola de Enoc (capítulos 92-105) están combinados dentro de un único trabajo en la versión etíope, en el que solo se conserva el conjunto. Adicionalmente, el texto etíope, partes extensas del libro han sobrevivido en griego. También se han encontrado en el Qumrán (todo en arameo), fragmentos de cada sección del libro, excepto del de Similitudes. Comentaremos aquí la primera parte del Libro de Enoc —el Libro de los Vigilantes— el cual nos ayudará a comprender el enigmático comienzo de Génesis 6.

Hay una porción relativamente extensa de contenido común con la Biblia hebrea en este libro: por ejemplo Adám y Eva; Caín y Abel; y el diluvio. Sin embargo, precisamente son las diferencias y las adiciones en el relato de las conocidas narrativas bíblicas, lo que llama nuestra atención, y posiblemente pueden señalar algunos conceptos y patrones específicos en el pensamiento del Segundo Tempo judío. El ejemplo más sorprendente de esta discrepancia la encontramos en el desafortunado inicio del Capítulo 6 del libro de Génesis. Si bien esta historia ocupa tan solo unos pocos versículos en Génesis, viene a ser la principal narrativa en el Libro de Los Vigilantes, donde los Capítulos 6-9 cuentan la historia (de hecho, son historias entrelazadas) sobre la caída de los ángeles malvados. Leamos juntos unos pocos versículos de 1 de Enoc 6-7 para poder ver cómo el escritor se expande sobre Génesis 6:1-4:

1de Enoc 6:1: «Y cuando los hijos de los hombres se multiplicaron, en aquellos días, les nacieron hermosas y atractivas hijas. 2 Y los vigilantes, los hijos del cielo, las vieron y las desearon. Y se dijeron el uno al otro: “Vayamos, escojamos esposas para nosotros de entre las hijas de los hombres, y engendremos hijos para nosotros…” 5 Entonces todos juraron juntos e hicieron alianza entre ellos bajo maldición. 6 Y todos ellos eran doscientos, los que descendieron en los tiempos de Jared sobre el Monte Hermón». 1 de Enoc 7:1: «Estos y todos los demás con ellos tomaron esposas para ellos de entre ellas, tal como las escogieron. Y empezaron a allegarse a ellas y a pervertirse con ellas, y a enseñarles hechicerías y encantamientos, y a revelarles cómo cortar raíces y plantas. 2 Y ellas concibieron de ellos y les dieron a luz grandes gigantes. Y los gigantes engendraron a los nefilím».

El pecado de los vigilantes

Antes de profundizar más, me gustaría mencionar un libro maravilloso de un erudito brillante. Ya he recomendado este libro en otras páginas anteriores, y estoy contenta de volver a recomendarlo una vez más. Se llama Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten Mission of Jesus Christ del Dr. Michael Heiser. Este artículo en particular se basa en gran medida en este libro.

Ya sabemos que la interpretación sobrenatural de Génesis 6:1-4 (de que «los hijos de Dios» fueron ángeles o algo semejante a seres divinos) no es muy popular ni en el cristianismo ni en el judaísmo moderno; sin embargo, en el judaísmo del Segundo Templo fue diferente. Como pueden ver en la cita anterior, para los oyentes del Segundo Templo, los vigilantes (los «hijos de Dios» de Génesis) fueron claramente «seres celestiales (no humanos)» cuyas acciones «no solo fueron consideradas como inmorales, sino, como espiritualmente destructivas».[1] El Libro de los Vigilantes describe la revuelta de los vigilantes celestiales, que trajeron la maldad a la tierra y anuncia el juicio de Dios. Debemos entender claramente: el judaísmo del Segundo Templo vio en Génesis 6:1-4 no solo la historia de una rebelión sobrenatural, sino uno de los versículos centrales de la teología bíblica y una compresión del plan de Dios en la historia. Aquí hay una cita muy importante de la introducción del libro de Michael Heiser, explicando por qué este tema es tan importante: «Si uno fuese a preguntar a un cristiano moderno: “¿Por qué el mundo y toda la humanidad es completamente malvada?”. Las posibilidades son muy altas de que una respuesta esperada sería “la caída”. Hemos estado condicionados por la historia de la Iglesia (antigua y moderna) a mirar solo en Génesis 3 para tal teología. Pero si se lo preguntan a un judío que vivió en el período del Segundo Templo, la respuesta sería dramáticamente diferente. Sí, la entrada del pecado al mundo bueno de Dios ocurrió en el Edén, pero el testimonio unánime del judaísmo del Segundo Templo es que la culpa fue de los vigilantes por la proliferación del mal sobre la tierra».[2]

Ya que los escritores del Nuevo Testamento pertenecieron al judaísmo del Segundo Templo, esta comprensión de que los vigilantes fueron responsables por la propagación del mal en la tierra, tuvo que haber sido parte de su teología. «En consecuencia, para los escritores del Nuevo Testamento, la venida de Jesús no solo significó cancelar la maldición de la muerte sobre la humanidad por el pecado de Adám[3], sino también «revertir Hermón»: revertir las malas acciones de los vigilantes. La próxima vez, antes de regresar al diluvio, veremos las huellas de este concepto en las páginas del Nuevo Testamento.

[1] Heiser, Michael S. Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten Mission of Jesus Christ (Kindle Locations 302).

[2] Ibid., Kindle  location 101-107

[3] Ibid. Kindle location 931-933

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Los extractos que leen en estas páginas, son típicos de lo que compartimos con nuestros estudiantes durante las clases DHB (Discovering the Hebrew Bible/Descubriendo la Biblia Hebrea) o WTP (Weekly Torah Portions/Porciones Semanales de la Torá). Si estos artículos les abrió el apetito por descubrir los tesoros ocultos de la Biblia hebrea, o estudiar en profundidad la Paráshat Shavúa, junto con ideas del Nuevo Testamento, estaré muy feliz en proporcionar más información (y también un descuento de maestro para nuevos estudiantes) respecto a los cursos de eTeacher[1] (juliab@eteachergroup.com) .

 

[1] Por el momento solo ofrecemos el curso WTP en inglés, mientras que el curso DHB está en español y portugués.

 

About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

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