Comienzos: La Historia Del Diluvio (3)

Los vigilantes y el Nuevo Testamento

Mis queridos lectores, permítanme recordarles por qué comentamos el Nuevo Testamento en estas páginas si se supone que toda la serie COMIENZOS se refiere a los primeros capítulos del libro de Génesis. Cuando iniciamos Génesis 6 y me di cuenta de que muchos de mis lectores no estaban de acuerdo con la interpretación sobrenatural de «los hijos de Dios» que presenté allí, pensé que sería muy importante mostrar aquí cómo los oyentes judíos del siglo I entendieron estos versículos. Sin lugar a dudas, mi percepción de Génesis 6 está mayormente influenciada por los textos judíos del período del Segundo Templo y por eso encontré necesario compartir estos textos con mis lectores. La última vez hablamos sobre 1 de Enoc, una colección de textos apocalípticos judíos que datan de los últimos siglos a.C. El Libro de los Vigilantes, la primera parte de 1 de Enoc, no solo vio en Génesis 6:1-4 la historia de una rebelión sobrenatural, sino uno de los versículos centrales en la teología bíblica y una comprensión del plan de Dios en la historia, y esa fue la comprensión típica de aquel tiempo: «El testimonio unánime del judaísmo del Segundo Templo es que los vigilantes son los culpables de la proliferación del mal sobre la tierra».[1]

Ahora vamos a rastrear este concepto en el Nuevo Testamento ya que los escritores del Nuevo Testamento pertenecieron al judaísmo del Segundo Templo. Si estamos en lo cierto, esta comprensión de los vigilantes como responsables de esparcir el mal sobre la tierra y el tema de revocar los efectos del mal, debían ser parte de su teología. «El pecado de los vigilantes estuvo en el interior de sus mentes mientras escribieron sobre lo que el Mesías, Jesús de Nazaret, debía hacer y revocaría con su venida y retorno».[2] Los escritores del Nuevo Testamento sabían que la misión de Jesús era la revocación del mal —y si ellos creyeron que el mal fue introducido y esparcido por los vigilantes— entonces Jesús tenía que revocar lo que los vigilantes hicieron. Intentemos encontrar en los Evangelios la alusiones a los vigilantes y su pecado y el mal que trajeron, y se sorprenderán al ver que estas alusiones, una vez descubiertas, aportarán luz sobre algunas interrogantes de las Escrituras y proporcionarán respuestas para las interrogantes que probablemente tuvieron durante mucho tiempo. Aquí hay un ejemplo.

Cuatro mujeres

La primera pregunta que haremos aquí —que probablemente se ha hecho infinidad de veces por infinidad de personas desde que el Evangelio de Mateo fue escrito— es sobre las cuatro mujeres en la genealogía de Jesús en el Evangelio de Mateo. Hay cuatro matriarcas bíblicas tradicionales en Israel: Sara, Rebeca, Raquel y Leah (incluso nosotros cantamos una canción sobre las Cuatro Madres). Si Mateo decidió incluir a cuatro de ellas, ¿no sería más lógico tener estas cuatro madres en la genealogía del Mesías judío? ¿Por qué las matriarcas no son del todo mencionadas, mientras que estas cuatro mujeres —Tamar, Rahab, Rut y Beersheva— son explícitamente nombradas en el linaje de Jesús?

Vamos a dar una rápida mirada a estas mujeres:

Tamar – la historia de Tamar se encuentra en Génesis 38. Probablemente es una mujer cananea (aunque el texto no lo dice claramente); es viuda, después de la doble tragedia que experimentó (la muerte de sus dos maridos) parece que debía permanecer sin hijos; sin embargo, ella se disfraza como una prostituta y engaña a Judá, su suegro, para tener un hijo de él. «Cuando Judá la vio, pensó que ella era una ramera, porque había cubierto su rostro».[3] De esta unión nació Perez, y de él descendería David —y Jesús—. Suficientemente interesante, no encontramos ninguna condena de Tamar en la Torá, aunque está claro que su desesperada acción no fue una acción regular, normativa o ejemplar.

Rahab – encontramos la historia de Rahab en el libro de Josué, en los Capítulos 2 y 6. A diferencia de Tamar que se disfrazó de prostituta, Rahab fue realmente una prostituta. Vive en Jericó y verdaderamente es gentil. El libro de Josué nos dice que «Josué salvó a Rahab la ramera, la casa de su padre y todo lo que ella tenía. Ella habita en Israel hasta el día de hoy; porque ella escondió a los mensajeros que Josué envió a espiar a Jericó».[4]

Rut (del libro de Rut) – Como Rahab, Rut claramente es gentil, una moabita. Sus mismos antecedentes son de interés: para Israel, las mujeres moabitas estaban asociadas con seducción e idolatría. Esta asociación viene del conocido episodio del desierto en Números 25, cuando los israelitas se vieron envueltos por las mujeres de Moab y la siguieron hasta la idolatría. Sin embargo, a pesar de sus antecedentes, Rut hace algo que, como en el caso de Tamar, debería provocar una sensación «impropia» para los lectores judíos. En el Capítulo 3 «ella fue al piso de trilla… y después de que Boaz hubo comido y bebido, y su corazón se alegró, se acostó sobre un montón de grano; y se fue suavemente, descubrió los pies de él y se acostó».[5] «La palabra hebrea  traducida como pies (régel) es un eufemismo para genitales en la Biblia hebrea… Al descubrir los “pies(genitales) de Boaz, Rut, de hecho, está ofreciéndose a Boaz como esposa. Dado el entorno patriarcal de la cultura israelita, esto era una transgresión de las normas con que las cosas debían ser hechas normalmente».[6]

Beersheva – todos conocemos la historia del adulterio de David con Beersheva y el asesinato de su marido, Uría el hitita[7], y claramente, como en todas las historias anteriores, una transgresión sexual también es evidente aquí.

Así pues, podemos ver que las cuatro mujeres en Mateo 1 están conectadas de algún modo con relaciones sexuales ilícitas. La erudita del Nuevo Testamento Amy Richter cree que lo que ella llama el Enochic Watcher’s Template (algo así como «Equipo de Vigilantes Enoquianos») es esencial para comprender a las mujeres en la genealogía de Jesús. «De acuerdo con el equipo de vigilantes de Enoc, el mal entró en el mundo cuando los vigilantes transgredieron su límite celestial para comprometerse con contacto sexual ilícito con mujeres y enseñarles artes ilícitas… Las consecuencias para la transgresión de los vigilantes son violencia, injusticia, maldad, idolatría y enfermedad».[8] Ella cree que las cuatro mujeres de la Biblia hebrea, mencionadas por Mateo en la genealogía de Jesús, están conectadas con el Enochic Watcher’s Template y que presagian la revocación de la transgresión de los vigilantes que traería el Mesías.

Ahora podemos responder la pregunta de por qué estas mujeres en particular están incluidas en la genealogía de Jesús por Mateo. Una parte esencial de la tradición judía es la creencia de que cuando venga el Mesías, todas las cosas serán reparadas (hasta los cerdos serán kósher)[9] y si recordamos que el pecado de los vigilantes fue sexual en su naturaleza, nos daremos cuenta que las consecuencias de la caída de los vigilantes son evidentes en las historias de todas las mujeres. Esta es la razón principal para que las mujeres fuesen incluidas en la genealogía del Mesías, quien traería la revocación y la reparación de las consecuencias del pecado de los vigilantes.

[1] Heiser, Michael S. Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten Mission of Jesus Christ (Kindle Locations 107).

[2] Ibid., 928-930

[3] Génesis 38:15.

[4] Josué 6:25.

[5] Rut 3:6,7.

[6] Heiser, Michael S.. Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten Mission of Jesus Christ (Kindle Locations 1415-1417).

[7] 2 Samuel 11:1- 27.

[8] Amy S. Richter, The Enochic Watchers’ Template and the Gospel of Matthew, PhD dissertation, Marquette University, 2010.

[9] «¿Por qué se le llama jazír al cerdo (en hebreo)? Porque en el futuro Dios lo devolverá (le-jajazír) a Israel».

 

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About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

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