Descifrando Los Evangelios Con El Tanach: Cosas Viejas Y Nuevas

 

“…semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas”.

                                                                   Mateo 13:52

EL SERMÓN DEL MONTE Y LA PORCIÓN DE LA TORÁ

Incluso entre los no cristianos, hay un concenso general en que el Sermón del Monte de Jesús es el mayor discurso moral que jamás se haya dado. Pero, ¿alguna vez ha pensado en la posibilidad de que el Sermón del Monte haya sido una porción específica de la Torá —¿probablemente leída ese mismo Sabbat?— Los oyentes de Jesús habrían reconocido muy bien las porciones de la Torá y por eso habrían sabido exactamente a qué se refería.

El último versículo de Mateo 5: Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto, hace muy evidente esta conexión. La porción de la Torá Kedoshim —Santos seréis(Levítico 19:1-20:27)— comienza con palabras similares: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios”. Es en esta porción que encontramos las famosas palabras que no solo Jesús, sino muchos sabios judíos, antes y después de Él, consideraron como el núcleo de toda la Torá: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.[1]

Ciertamente, estas famosas palabras fueron leídas y entendidas de muchas formas distintas. Por ejemplo, en el párrafo de introducción del Manual de Disciplina de la secta del Mar Muerto, uno puede leer: “…odiar todo lo que Él ha rechazado. Sin embargo, para Jesús, estas palabras no solo hablaban sobre amar a los amigos y creyentes, sino también amar a los enemigos, y esto es lo que encontramos en Su drash (interpretación) de la Parashat Kedoshim (Porción de la Torá para el Pueblo Santo).

¿Y quién es mi prójimo? 

Estas palabras —“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”— están citadas en todos los Evangelios Sinópticos. Sin embargo, solo el Evangelio de Lucas tiene la famosa parábola del Buen Samaritano donde está dirigida la pregunta: “¿Quién es mi prójimo?” ¿Qué fue tan sorprendente en la interpretación de Jesús sobre el prójimo?

El episodio empieza con un “abogado” preguntándole a Jesús cómo heredar la vida eterna. De una forma tradicional judía, Jesús responde con una pregunta: “¿Qué hay escrito en la ley?” El letrado cita versículos de la Torá que eran conocidos por todos los judíos de aquel tiempo —Deuteronomio 6:5: Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” y Levítico 19:18: amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo JehováEstos versículos ya se habían combinado en el pensamiento judío y desde luego habían sido considerados como el fundamento de toda la Torá; por eso, con este punto, seguimos cumpliendo con los siguientes mandamientos.

Pero la conversación no se detuvo allí —el diálogo continúa y la famosa parábola sigue—. La novedad y sorpresa de esta parábola puede escaparse para un lector no judío, pero es importante comprender que cada judío pertenecía a uno de estos tres grupos: sacerdotes, descendientes de Aarón; levitas, descendientes de otros hijos de Leví: e israelitas, descendientes de los hijos de Jacob. Después de mencionar en esta historia al sacerdote y al levita, un judío del primer siglo, hubiera esperado que se mencionase a alguien del tercer grupo —un israelita—.

Sin embargo, la tercera persona en la parábola no es el israelita esperado, sino el samaritano inesperado —el enemigo de los judíos—. Las tensiones entre judíos y samaritanos eran particularmente fuertes en las primeras décadas del siglo I, por lo tanto, no solo es sorprendente la aparición de este samaritano, sino el hecho de que este samaritano demuestra ser un “prójimo”, mientras que el sacerdote y el levita fallan, desafiando directamente la interpretación judía contemporánea de la palabra “prójimo”. La interpretación de Jesús del término “prójimo” hubiera sido absolutamente impactante para sus oyentes judíos —así pues, no solo el seguimiento es evidente aquí, sino también la novedad del Nuevo Testamento—.

¿ES UN VALOR JUDÍO “PONER LA OTRA MEJILLA”?

Las palabras de Jesús sobre “la otra mejilla” permanecen entre sus dichos más famosos: …a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”. [3] A simple vista, aquí parece que Jesús está aboliendo completamente la norma de “medida por medida” que encontramos en la Torá. Sin embargo, puede que queden muy sorprendidos al saber que la misma idea de “poner la otra mejilla” viene de la Biblia hebrea: en el libro de las Lamentaciones leemos: Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas”.[4] ¿Entonces es un valor judío “poner la otra mejilla”?

En nuestra búsqueda de una respuesta, pasemos a la Torá. En Números 35 leemos sobre las ciudades de refugio, cuyo establecimiento está ordenado por Dios: “os señalaréis ciudades, ciudades de refugio tendréis, donde huya el homicida que hiriere a alguno de muerte sin intención”. La razón por la cual una persona que corresponde a esta definición, necesita protección, es el temor a una venganza de sangre por parte de un familiar de la víctima. Si reconocemos que el propósito original de esta legislación era probablemente limitar el número de venganzas por una ofensa y también limitar la localización de la venganza, sorprendentemente encontraremos el mismo propósito detrás de lo que parece ser anulación formal. Así pues, encontramos un inesperado paralelismo entre el mismo concepto de las ciudades de refugio y “la otra mejilla” de Jesús: “no tomar represalias, no vengarse” —este es el mensaje en ambos casos—.

 

 

Las ideas que leen en estas páginas, son propias de lo que compartimos con nuestros estudiantes durante las clases DHB (Discovering the Hebrew Bible: Descubriendo la Biblia Hebrea) o de JBNT (Jewish Background of the NT: Trasfondo Judío del Nuevo Testamento) o de WTP (Weekly Torah Portion: Porción Semanal de la Torá). Si estos artículos les abre el apetito por descubrir los tesoros ocultos de la Biblia hebrea, o estudiar en profundidad la Parashat Shavua, junto con visiones del Nuevo Testamento, o aprender más sobre el origen judío del Nuevo Testamento; estaré muy contenta en proveerles más información (y también un descuento del maestro para nuevos estudiantes) respecto a nuestros sorprendentes cursos (juliab@eteachergroup.com)

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[1] Levítico 19:18

[2] Lucas 10:29

[3] Mateo 5:39

[4] Lamentaciones 3:30

About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

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