1:9 Yo Juan, vuestro hermano y copartícipe en vuestra tribulación, en el reino y en la paciencia que es en Jesús, estaba en la isla de Patmos por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
Cuando una vez el Dios Todopoderoso dijo estas breves palabras, Juan se identificó a sí mismo como el siguiente orador. De forma similar en Ap. 22:6-15, el orador hace una conexión entre Dios Todopoderoso y Jesús, tal como vemos en el siguiente versículo (Ap.22:16).
Aquí Juan, también identifica las circunstancias históricas que tuvieron lugar mientras tuvo la visión y autorizó la carta en obediencia al mandato del Señor. Si bien nos gustaría saber el año exacto en que Juan escribió el Apocalipsis, él creyó que era suficiente con escribir algo de su exilio.
Su exilio fue en la isla de Patmos, donde se sabía que el gobierno de Roma enviaba a los prisioneros políticos… Algunos comentaristas, de forma hipotética dicen que el tiempo en que Juan estuvo en Patmos cuadra mejor con el año 95 DC aproximadamente, durante el reinado de Domiciano o en los años 68-69 DC durante el reinado de Nerón, cuando las persecuciones de los seguidores de Cristo fueron más intensas.
1:10a Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor…
Aquí hay tres opciones interpretativas.
Primero, el día del Señor podría ser el sábado. Tendría sentido al hablar del Día de Dios, el Sábado (Shabat), sería lo más lógico. Lo que funciona en contra de esta interpretación, es que nunca vemos este término utilizado para señalar el Shabat (día de reposo). Si efectivamente el día de la semana fuese el sábado como opuesto a los otros días de la semana, no está claro el porqué darle tanta importancia.
Segundo, esta es la opción tradicional, identificando el Día del Señor con el día de su Resurrección- primer día de la semana israelita- Domingo. Esta teoría tiene problemas similares.
Nunca es mencionado el primer día de la semana como Día del Señor anteriormente a este presente ejemplo. Si fuese este el caso (que esto se refiere al primer día de la semana israelita) no está del todo claro por qué Juan se sintió impulsado a comentarlo a sus lectores/oyentes.
Tercero, desde nuestro punto de vista, esta opción es mucho más factible. El día del Señor es el Día Final de los Tiempos en los cálculos y conjeturas de los cuales hablaron los Profetas Hebreos. La frase “el Día del Señor” es utilizado muchas veces en la Biblia Hebrea (Isa.2:12; 13:6-9; Ezeq.13:5; 30:3; Joel 1:15; 2:1-31; 3:14; Amos 5:18-20; Ab.15; Sof. 1:7-14; Zac. 14:1 y Mal.4:5). Tal como leemos en Mal. 4:5-6 “Mirad, Yo os envío al profeta Elías, antes del día grande y terrible del Señor. Él animará a padres e hijos a volver a Mí, para que Yo no tenga que venir con juicio a maldecir la tierra”.
Por eso, la referencia de Juan, notifica al lector que mientras él estaba escribiendo desde una particular localidad histórica y durante un tiempo histórico en particular, la perspectiva que él busca en comunicar a sus oyentes está arraigada en la realidad escatológica del futuro Día del Señor. Lo mismo que en el caso de los profetas hebreos de la Biblia, Juan era capaz de hablar en presente desde una dual perspectiva del pasado (el pacto) y el futuro (la consumación del pacto y la restauración de todas las cosas).
Creo k no siempre estamos en el espiritu .ya k ay dias k no le prestamos atencion a el y dice k estaba en el espiritu.en el dia del señor.por k se le dio la mayor revelacion .ay k tener presente k el dia del señor es cuando el se revela a nosotros y no somos nosotros .
Lola se parece a un hermano de mi congregación, se toma todo el tiempo de los testimonios.
Shalom Lolita!.
Bendito sea Dios para siempre. Gracias por compartir la palabra irrefutable del Dios eterno!
En cuanto al día del Señor como la Segunda Venida del Señor Jesús en : I Tesalonicenses 4: 16-17 y otros tantos versículos en La Biblia escritos, como día terrible, no había sucedido aún, y todavía hoy estamos deseosos de recibir el día en que «venga a nosotros Tu Reino..» como nos dice la oración del Padrenuestro, pues entonces como San Juan se podía referir a ese maravilloso día al que se refiere La Biblia en Malaquías 4:5-6, no me encaja la verdad.
El día en que el Señor venga con Su Reino a juzgar a vivos y a muertos, y a rescatar a Su pueblo, no podía ser el día en el que llevó a Juan en el Espíritu.
Entonces solo me cuadra que fue sin duda en sábado, cuando le REVELÓ el Libro.
Saludos
Por esto solo el día del Señor puede, creo con toda seguridad, que el apóstol Juan se refiere al Shabbat, y que buen día eligió el Señor para mostrar a Juan la REVELACIÓN, o Libro de Apocalipsis.
REVELACIÓN significa Apocalipsis, no re refiere a hecatombe o cosas tremendas, sino como Dios revela la Verdad a la humanidad, para que despertemos y volvamos al Camino de Salvación que el Señor nos ofrece con Su gran amor, para que podamos vivir en Su Santa y Divina Presencia por la eternidad, con verdadera armonía, equilibrio y perfección, y este es el propósito que Dios tiene para con nosotros y para todo el universo que realizó a través de la mano preciosa de su hijo Cristo Jesús. !Alabado sea!
Tal vez fue una artimaña para nuestro beneficio. Es muy difícil cambiar una forma de pensar cultural de celebrar el domingo como un día de adoración. Hay un trauma colectivo- esotérico en esa naciǿn. Tuvo que haber resistencia en el ethos de esa colectividad. Pudo haber pasado que interpretó que no sería un pecado sustituir un día por otro. El no los está invitando a pecar un domingo. Los está invitando a adorar a Dios dentro de la evolución que tenía la iglesia en ese momento. De esa manera les cambió la creencia ancestral formativa que ellos tenían sobre el Dios Sol antiguo en su manera de pensar. Creo que fue una medida inteligente de afectar a la generación que tenía de frente. Ya las próximas tendrían un beneficio.
BS»D
Shalom Juan.
El mundo perece por negociar los principios y mandamientos bíblicos.
«…acuérdate de guardar el sábado para santificarlo…».
Que sepamos nos hay otro día del Señor que no sea el sábado.
El cambio de día de adoración de sábado al domingo es una artimaña que Satanás ha efectuado a través de las costumbres paganas y la introducción que hizo Constantino 300-360 dC, en la Iglesia primitiva Cristiana, con su educación romana de adorar en domingo al sol y así mezclar lo profano con lo cristiano, y desviar la atención del pueblo de Israel de entonces del Señor Dios Todopoderoso Jehová, a tantos falsos dioses como se introdujeron en la Iglesia, que hoy son tantas y tantas estatuas a las que la gente hoy adora además de las orientales.
La Biblia muestra el SHABBAT.
Porque además en el tiempo en el que el Señor Jesús estuvo en la tierra entre nosotros, vivía con el calendario que el Pueblo de Israel hacía, y que tenemos en el Libro de Levítico 23, en el que nos muestra como debían y con que fechas exactas, celebrar las Fiestas Solemnes; y con el orden de fechas vemos como se contaban los días, una luna nueva, seis días de trabajo y el Shabbat, además de las Fiestas establecidas, y un de ellas es el día de PRIMICIAS, que es el día de la Resurrección de nuestro Señor Cristo Jesús, pero en ningún texto bíblico nos dice el Señor a través de sus varones: profetas y apóstoles, que se cambiase el día de adoración de sábado como dice el Cuarto Mandamiento. cont
Estimados hermanos.
Creo, que el Apóstol Juan cuando dice : «Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor..», se refiere efectivamente al sábado.
No tiene ninguna referencia bíblica el día de descanso que es el sábado o Shabbat que Dios bendijo y santificó, y es el día que Dios descanso de su obra, y que nos dio por señal entre Él y nosotros, y también es un regalo que nos dio, puesto que nos dice que el sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado, y el domingo por ser el día en el que el Señor Jesús resucitó, que realmente tampoco era domingo, sino el día de las Primicias, realmente era un día bastante importante, y no un domingo del calendario moderno.
BS»D
Shalom Lola!
Gracias por visitarnos, comentar y compartir tus opiniones.
Un abrazo!
La autoridad de la Torah, rompio mis cadenas y me libero de la esclavitud del pecado.
ALFREDO ZARECHT