La Espada De Doble Filo Del Hijo Del Hombre

^16… y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. (Apocalipsis 1:16)

Aunque muchos artistas trataron de recrear esto en sus obras de arte, y en su mayoría sin mucho éxito, nos encontramos con una extraña descripción sobre el Hijo del hombre hecha por Juan- «de su boca salía una espada aguda de dos filos». La espada es el último símbolo de la fuerza armada y la victoria en el mundo antiguo. Hay muchos tipos diferentes de espadas. Las espadas de doble filo eran particularmente mortales, hasta que eran capaces de cortar en ambos lados de la hoja.

Entendiendo el género de Apocalipsis sabemos que una espada de dos filos es una metáfora. Las imágenes intentan transmitir que la boca del Hijo del hombre tiene un gran poder, como una espada de doble filo. Es capaz de herir y matar a los enemigos. En 1 Enoc 62: 2 leemos:

^{“El Señor de los Espíritus se sentó en el trono de su gloria, y el espíritu de la justicia se derramó sobre él y la palabra de su boca mata a todos los pecadores y todos los malvados son destruidos delante de su rostro}”.

La literatura del Segundo Templo y la Biblia tiene varios pasajes que muestran que la boca puede ser un arma mortal. En algunos lugares sólo las palabras matan, en otros, es el fuego, y a veces, es la respiración. En 4 de Esdras 13: 3 leemos::

^{“Y yo comtemplé y vi. El viento causó la venida del corazón de los mares como si fuera la forma de un hombre. Y miré y vi. Este hombre vino con las nubes del cielo. Y siempre que volvía su rostro para mirar, todas las cosas vistas por él temblaban, y por donde quisiera que fuera la voz que salía de su boca, todos los que oían se derretían como la cera se derrite por el fuego}”.

El Hijo del hombre tiene un poder inmenso en esta representación. Al igual que en Daniel se trata «con las nubes del cielo». Su mirada hace que las cosas se estremezcan. El sonido de su voz hace que las cosas se derritan como si estuviera respirando fuego. Aunque esto no era una espada, la idea es la misma. Este ser semejante a un ángel es lo suficientemente potente como para destruir solamente con su voz. El profeta Isaías escribe palabras similares:

“Y Él se deleitará en el temor del Señor, y Él no juzgará por lo que vean sus ojos, ni debería tomar una decisión por lo que oigan sus oídos, sino con más justicia, juzgará a los pobres y defenderá los derechos de los pobres, y el atacará la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío «(Isaías 11: 3-4)”.

Si un arma de doble filo está en la boca del Hijo del hombre, o su voz derrite todas las cosas, o ataca a la tierra con la vara de su boca, el efecto de esta descripción es muy intencional. La idea general es que este ser celestial, descrito por Juan en el versículo 16, está lleno de poder como lo demuestra, sosteniendo las siete estrellas y una espada poderosa que va delante de él presumiblemente para garantizar la seguridad de las siete iglesias.

Un detalle adicional, pero muy importante, es que la espada sale de su boca. Si reflexionamos un poco sobre este tema, nos veremos afectados por este pequeño detalle, pero muy significativo. Las espadas siempre son manejadas por las manos de los combatientes. Para ser más preciso, la espada está siempre segura en la mano más fuerte (por lo general la mano derecha), lo que significa un control total sobre el arma.

La idea de este trabajo no es que las manos del Hijo del Hombre ya están llenas, pero que la poderosa espada, en cuenta aquí, es la palabra de Dios. El escritor de la llamada Epístola de los Hebreos, que probablemente escribió antes de que el Apocalipsis fuera compuesto, lo expresa así:

 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Heb.4:12).

Parece que hay cierta duda sobre si el libro de Apocalipsis fue compuesto en el momento de la persecución de los primeros seguidores de Cristo por el gobierno romano. La letra de Apocalipsis fue el mensaje correcto en el momento adecuado. Este mensaje apocalíptico es un futuro brillante y esperanzador en medio de tiempos difíciles. Aunque el destino de las congregaciones de fieles de Jesús (tanto las ya creadas entre los no-judíos y los que ya existían entre los judíos) no fue del todo claro, Juan mostró lo que pronto debe ocurrir. Antes de que él sea capaz de ver todo el drama celestial representado proféticamente, él ya está dominado por este ser celestial que ve.