Los Primeros Creyentes

Shalom amigos,

 

Ya sé que algunos de ustedes han estado esperando el próximo episodio del Mesías Oculto –y retomaré ese tema muy pronto–. En tan solo unas semanas, vamos a estudiar el concepto del “Mesías Oculto” en el Nuevo Testamento. Por ahora, tal como prometimos, nos tomaremos un breve descanso de este intrigante tema y miraremos algunos posts de unos tópicos aparentemente diferentes –aunque están definitivamente relacionados–, son piezas del fascinante rompecabezas llamado “Israel y Yeshua”.

Hay una declaración de Juan muy profunda e importante: A los Suyos vino, y los Suyos no le recibieron – y para entender completamente esta declaración, necesitamos mirar un panorama más amplio–. Demos gracias de que hay un reconocimiento cada vez mayor por ambos lados en que Yeshua “vino a los Suyos”; ya no solo que Él era judío, que nació y se crió como judío, pero también de que el Nuevo Testamento es parte del judaísmo palestino 1 D.C. También tenemos que entender, por qué los Suyos no le recibieron –espero y creo que mis artículos sobre el Mesías Oculto, quien parecía ocultar su rostro de nosotros, les ayudará a entenderlo. Sin embargo, habían muchos judíos (o israelitas en la terminología actual) que recibieron y aceptaron a Yeshua, y hoy me gustaría contarles algo sobre estos primeros creyentes judíos–. También será una parte importante de este amplio panorama, una pieza más de este rompecabezas.

Como ustedes probablemente saben, la “primera iglesia”, la comunidad de los primeros seguidores de Yeshua, eran completamente judíos. Con todas las profundas diferencias que aparentemente tenía la fe en Yeshua, el grupo y compañerismo de la iglesia primitiva, no se diferenciaba de una sinagoga. La sinagoga era el lugar donde judíos y gentiles temerosos de Dios se reunían para leer la Torá. Del libro de Los Hechos, sabemos que era una costumbre regular del apóstol Pablo asistir a la sinagoga cada Shabbat. Pablo afirma explícitamente que su misión apostólica era alcanzar a los gentiles con el Evangelio –aún y así, en cada ciudad a donde él llegaba (principalmente en regiones gentiles), él iba a la sinagoga–. Fue en las sinagogas donde él se encontraba con judíos y gentiles que estaban interesados en la Palabra de Dios por igual. Estas son algunas de las escrituras:

 

Cuando llegaron a Salamina, ellos proclamaron la Palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Y tenían a Juan como ayudante (Hechos 13:5).

Pero ellos… llegaron a Antioquía en Pisidia. Y en el día de reposo entraron en la sinagoga y se sentaron (Hechos 13:14-16).

Ahora en Icónio, ellos entraron juntos en la sinagoga judía y hablaron de tal manera que gran número de judíos y griegos creyeron (Hechos 14:1).

Llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de judíos. Y Pablo según su costumbre, entró y durante tres días de reposo departió con ellos las escrituras (Hechos 17:1-3).

Los hermanos, inmediatamente enviaron a Pablo y Silas durante la noche a Berea, y cuando llegaron entraron en la sinagoga judía (Hechos 17:10).

Así que argumentaba en la sinagoga con los judíos y con personas devotas, y en el mercado, cada día con los que se encontraban allí (Hechos 17:17).

Después de esto, Pablo dejó Atenas y fue a Corinto y discutía en la sinagoga cada Shabbat (Hechos 18:1-4).

Y llegaron a Éfeso, y los dejó allí, pero él mismo entró en la sinagoga y discutía con los judíos. (Hechos 18:19).

Esta situación se prolongó durante bastante tiempo. Por lo menos hasta un siglo después de la muerte de Yeshua, había gente que creía que Él era el Mesías, pero que también asistían a la sinagoga, guardaban el Shabbat, comían Kosher y circuncidaban a sus hijos. A diferencia de ahora, aquellas personas no veían problema alguno en ser judío y cristiano a la vez. Así que ¿cuándo finalizó ese periodo? ¿Cuándo surgió la “separación de caminos” definitivamente?

 

Hasta hace poco, muchos creían que este periodo finalizó con el Concilio de Yavne (alrededor del 90 D.C). Según fuentes judías, hubo un gran concilio judío donde todos los judíos acordaron seguir con la corriente principal de la tradición rabínica, y los que no lo hacían, eran expulsados. Sin embargo, este punto de vista ha sido cuestionado recientemente por diferentes eruditos (ver Daniel Boyanin, Los Evangelios Judíos).  En realidad, los creyentes judíos y los judíos que no aceptaban a Yeshua continuaron adorando juntos en las sinagogas, al menos hasta la rebelión de Bar Kochba (132-136 A.C) e incluso más tarde. La mayoría de los estudiosos creen ahora que Birkat ha-Minim (Heb. בִּרְכַּת הַמִּינִים, “bendición concerniente a las herejías”, una maldición judía a los herejes (minim), la duodécima bendición semanal de la Amidá) fue compuesta después de la rebelión de Bar Kochba. El lenguaje de la bendición demuestra claramente que estaba dirigida específicamente contra los “separatistas judíos” y que la oración fue compuesta para exponer a aquellos que seguían a Yeshua y lo habían aceptado como Mesías. No hubiera habido ninguna necesidad de tal oración en las sinagogas si los judíos seguidores no hubieran estado entre los que allí se reunían.

Sin embargo, fueron los últimos concilios cristianos los que llevaron a una línea final de separación entre las creencias y prácticas tradicionales judías y la nueva religión del cristianismo –especialmente el famoso Concilio de Nicea y el siguiente, el Concilio de Constantinopla–. Como escribe Daniel Boyarin: “Nicea efectivamente creó lo que hoy entendemos como cristianismo, y por extraño que parezca, lo que hoy entendemos también como judaísmo. Durante las siete décadas entre los concilios de Nicea y el de Constantinopla, las opciones referentes a la forma de creencia o de ser cristiano fueron suprimidas a través de selección, especialmente la opción de ser ambos, cristiano y judío al mismo tiempo. Uno no podía creer en Jesús e ir a la sinagoga en Shabbat”.

Por lo tanto, llegamos a una triste conclusión: A pesar de todo, las primeras grietas en la relación entre los discípulos de Yeshua y la corriente principal judía ya eran visibles en el primer siglo. Fue solo a través de los esfuerzos comunes entre los rabinos judíos y los eruditos y escritores cristianos (a pesar de que ambos lados negarían airadamente cualquier referencia a estos esfuerzos comunes) que el proceso de deslegitimación de los creyentes judíos y cristianos se completó. A partir de entonces, uno tenía que: creer en el Credo de Nicea, abandonar la sinagoga y ser llamado cristiano; o dado el caso que se decidiera estar en la sinagoga, debía abandonar la creencia en Yeshua y entonces ser llamado judío.

A partir de entonces, hemos tenido dos religiones distintas y muy diferentes: judaísmo y cristianismo –y como escribió un buen amigo de la familia, Boaz Michael–: “todos nosotros –todos los cristianos y los judíos– somos hijos de este horrible divorcio” entre judaísmo y cristianismo. “Seamos todos hijos de la reconciliación”.

About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

You might also be interested in:

Evidencia De Cosas No Vistas

Por Julia Blum

José Y Sus Hermanos – Y La...

Por Julia Blum

Join the conversation (11 comments)

Deja un comentario

  1. Tikarus

    Saludos a todos:

    Quiero referirme a Juan 1:11, que según algunas versiones dice «A los suyos vino…» mientras que otras (Nva. Biblia Latinoamericana, Reina Valera, Versión Israelita Nazarena, Biblia de Las Américas) lo tienen como «A lo suyo vino…»
    Según el diccionario Strong G2398 me da la impresión que la traducción correcta sería «A lo suyo vino..», y según eso habría que entenderlo como misión o propósito, asunto, a hacer lo que tenía que hacer, a cumplir con su misión, con su objetivo.
    Entenderlo como «A los suyos vino..» cambia completamente la idea ya que habría que entender que vino a su gente, a su pueblo, a los judíos.

    1. Eric de Jesús Rodríguez Mendoza

      BS»D

      Shalom Tikarus.

      LA expresión «a los suyos vino», se refiere estrictamente, a «los versados en él», es decir, el círculo de maestros de Israel de esa época… ellos fueron irónicamente quienes no le recibieron…

  2. Julia

    El pueblo judio hablaban con orgullo de la ley. Segun la tradicion, Dios mismo la habia regalado a su pueblo por medio de Moises. Sin embargo con Jesus todo fue diferente. Con Moises 13 siglos atras en el monte horeb, cuando se acerca tembloroso a la zarza ardiendo, descalzo para no manchar la tierra sagrada. Dios no dice a Jesus: «YO SOY EL QUE SOY», sino «TU ERES MI HIJO» No se muestra como misterio inefable, sino como un Padre cercano que dialoga con Jesus. La vida entera de Jesus esta abandonada a Dios, el no se apoya en la religion del templo ni en la doctrina de los escribas, su confianza en el Padre hace de El un ser libre de costumbres y tradiciones. Jesus es concreto y realista. Hay que dar un vaso de agua al sediento, hay que dar de comer al hambriento, hay que vestir al desnudo. Jesus vivia en el amor del Padre, por el Padre, para el Padre. Podia su Pueblo (al que tanto amaba, y que por ellos vino primero) entender esta pedagogía? Un pueblo que estaba apegado a la ley y al templo, era casi imposible que comprendiera desde la razon la mision de Jesus.
    No intentemos buscar culpables de esta triste separación, entre judios y cristianos, no permitamos que esto siga pasando, mas bien abramos nuestro corazon a un encuentro real y fraterno, donde, En Jesuscristo lleguemos a ser un solo pueblo. Mientras no se terminen los poderes facticos esto se vera impedido.

  3. Nelson L. Blanco

    En efecto. Ha llegado el momento de la Reconciliación entre los Hijos del Dios de ISRAEL.

  4. MARÍA CARMEN

    El primer concilio, celebrado en Jerusalén trató de aclarar si eran necesarias las prácticas judías para los seguidores de Jesús y quedó bien claro que no. En Hechos aparece Pedro, que en visión descubre que no hay alimentos puros e impuros. aparecen gentiles que no se circuncidan y la proclamación de Jesús que habla de la Nueva Alianza. En algunas ocasiones se refiere que supera la Ley, por ejemplo con el perdón, el matrimonio etc. sí que comparto que el medio de predicación y difusión fue a través de las sinagogas y que Jesús vino para convertir a las ovejas de israel, pero «su pueblo» no le conoció.
    Desde España, una amiga del pueblo del Señor

    1. Eric de Jesús Rodríguez Mendoza

      BS»D

      Shalom María!

      POdría haber aprobado tu comentario, pero no puedo evitar mostrarte otra lectura de las cosas que aportas, quizá te sirvan para reconsiderar tu postura.
      Quedó claro en Hechos de los apóstoles, que los gentiles debían abstenerse de:
      a) Sacrificado a los ídolos
      b) inmoralidad sexual
      c) sangre (homicidio)
      PORQUE…
      porque Moshéh tiene quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada Shabat…

      así que en apariencia los ex-gentiles debían sólo abstenerse de eso… sería ilógico pensar por ejemplo que entonces les está permitido robar, o usar el nombre de YHWH en vano, o mentir, etc.. no! era deber de cada nuevo creyente asistir a la sinagoga cada Shabat a aprender el resto de los mandamientos por medio del Estudio de la Torah dada a Moshéh…

      En la visión (que no fue más que eso, una visión), el mismo Pedro concluye: A mi me ha mostrado Dios que a NADIE (habla de personas) a NADIE llame profano ni «impuro» (palabra que tocaría explicarte). El asunto es que de ese relato no se puede colegir que en efecto Dios haya echado para atrás lo dicho en todo un capítulo (Lv 11).
      Los gentiles no es que no estén obligados a circuncidarse. Claro que lo están. Sólo que nadie debe enterarse de ello, porque no es para hacer gala, es una Mitzváh (competencia, ordenanza) y tiene de paso muchos beneficios para la salud y la higiene. Lo ocurrió en los días de Pablo era que confundían la circuncision con un requisito para poder ser salvos (Cf. Hch 15:1) cuando en realidad jamás se dijo algo así respecto de la circuncisión.
      Yehoshúa’ no hizo otra cosa que defender la torah del uso ilegítimo que le habían dado los fariseos.
      La expresión «a los suyo vino y los suyos no le recibieron…» no es generalizable, toda vez que los primeros 3000 llamados en la predicación de Pedro, fueron todos judíos, luego en el otro discurso, de Juan, fueron 4000, y luego más adelante dice: Mira cuántos millares hay que han creido, y todos son celosos de la Torah… (Cf Hch 21:10).
      Así que me parece que has hecho una lectura muy ligera o desapercibida de estos detalles, y te estás perdiendo del manjar de vivir dentro de los mandamientos, porque toda la Escritura (no había otra en ese momento más que el TaNa»J) es inspirada por Dios y útil… a fin de que… para toda… 😉

  5. Maria Gladys Marroquín

    Efectivamente la reconciliación seria lo ideal. Crecí espiritualmente en una iglesia judío mesiánica , pero luego me traslade a otra ciudad y asisto a una iglesia cristiana donde a pesar de amar nuestros estudios y predicas siento que nos hace falta ese conocimiento judaico para completar, pero gracias a Dios que siempre nos ayuda de todos modos a comprender su palabra por misericordia pienso.

  6. Jaime

    Nunca e sentido estar divorciado de los Judios me siento parte del pueblo Judio
    yo soy Cristiano no catolico

  7. Rafael Orellana

    Muy interesante comentario, le agregaría que todos somos hijos de ese divorcio porque somos los mismos de esa época, llendo y viniendo, como la imagen del sueño de Jacob, Pero el error crecio fuerte, ideando su materia en vaciedad e ignorancia de la verdad, preparandose para sustituir una fabricación potente y seductora, por la verdad, palabras muy profundas y profeticas en el Evangelio de la Verdad, de Valentin (año 150 DC)

  8. miguelalfredo zamora

    Hay un renglón en el que se refieren al judaísmo palestino, me gustaría mucho me aclararan al respecto.Gracias. Después. de incursionar un poco en las 5 grandes religiónes,y viviendo la convulsión mundial actual;no es fácil, pero me quedo con la religión del AMOR. Un abrazo.

  9. José Cesar Carmena Montoro

    Yo José Cesar de España les doy las gracias delo que ustedes me ayudan mandandome escitos y cosas que han surjido en la histotoria de Jerusalen y en la vida de sus abitantes que ami me ayudan a poder creer mas en la vida de Jesús. TENGO 86 AÑOS Y MI UNICO DESEO ES ACERCARME A JESÚS Y SABER COMO DEVO DE SER. Yo deseo saber como amar a Jesus y tener esa Fé para asi hablar con Él y entender lo que devo de hacer para agrdarle y saber pedirle una buena salud y poder vivir feliz como Él me tenga y yo viva segun su voluntad. Pidan ustedes para que yo entienda todo esto y yo sea capaz de ser así. Gracias por todo lo que me mandais. contar con migo apesar de que me falta la memoria y el entendimiento para saber lo que ustedes me enseñan. Un abrazo muy grande de José Cesar.-