Redescubriendo La Historia De La Navidad: ¿dónde Y Cuándo?

Como Navidad se está acercando, me gustaría decir algunas palabras referentes a esta maravillosa época del año. Sí, todos sabemos que los orígenes de la Navidad no se remontan ni a las enseñanzas ni a las prácticas de los primeros creyentes, y sí, también sabemos que la Navidad no se celebraba hasta unos 300 años después de la muerte de Cristo. No creo que muchas personas crean hoy en día que Jesús nació un 25 de diciembre, entonces, ¿qué celebramos el día de Navidad?

¿CUÁNDO?

Antes de responder a esta pregunta, intentemos de redescubrir la historia de la Navidad. En Lucas 2, un ángel se le apareció a unos pastores en el campo y les dijo: “He aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”. ¿Cuándo sucedió? ¿Cuándo fue declarado este gran gozo?

Cualquiera que haya estado en Israel a finales de diciembre, definitivamente estará de acuerdo en que el 25 de diciembre no podría ser la fecha para el nacimiento de Cristo. Sabemos que los pastores estaban en el campo vigilando su rebaños en el momento del nacimiento de Jesús. Esto no podría ser en diciembre, ya que en diciembre, en Judea, hace mucho frío y es muy húmedo, por lo que el clima no permitiría que los pastores permanecieran en el campo por la noche. Finales de diciembre se encuentra en medio de la temporada lluviosa en Israel, que va desde Sukkot hasta Pascua. Pero incluso si ese diciembre en particular, no estuviera lluvioso, las noches en diciembre son siempre muy frías, aunque los días sean agradables y soleados, de modo que los pastores, junto con sus rebaños, estarían por lo menos en algún refugio por la noche. Por otra parte, principios de otoño encajaría perfectamente con lo que cuenta Lucas.

Sin embargo, el argumento más significativo se basa en el tiempo del nacimiento de Juan el Bautista. El padre de Juan, un sacerdote llamado Zacarías, pertenecía a la “división sacerdotal de Abías”. Él estaba haciendo su turno de servicio en el Templo cuando se le apareció el ángel Gabriel y le anunció que Elisabet, la esposa de Zacarías, concebiría un hijo. Después de que Zacarías regresara a su hogar, su esposa concibió, tal como el ángel había dicho. En el sexto mes de embarazo de Elisabet, Gabriel visitó a María y anunció la milagrosa concepción de Jesús.

Los 24 turnos de servicio sacerdotal en el Templo se encuentran en I de Crónicas 24. Los cálculos hechos mostrarán que la división Abías servía en junio. Después de que Zacarías completara su servicio y viajara de regreso a casa, Elisabet concibió. Asumiendo que la concepción de Juan ocurrió a finales de junio, si añadimos nueve meses, nos lleva a finales de marzo como la época aproximada del nacimiento de Juan. Si añadimos otros seis meses, llegamos a finales de setiembre –la fecha de Sukkot– como el momento aproximado del nacimiento de Jesús.

Adicionalmente, la historia de la Navidad nos da algunas posibles alusiones de Sukkot. Primero, probablemente recuerdes que Sukkot es la festividad bíblica de la alegría, zman simchateynu, “el tiempo de nuestra alegría”. ¿No sería este el momento apropiado para declarar “gran gozo para todo el pueblo”?

Segundo, podemos ver una alusión de la Fiesta de los Tabernáculos en las palabras de Juan:  “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”.

Ciertamente hay más razones y argumentos para que Jesús naciera en Sukkot –no voy a incluirlos todos aquí–. El punto final es que, basándose en los relatos del Nuevo Testamento, finales de verano o principios de otoño parecen ser las épocas más apropiadas para el nacimiento de Jesús –y basándose en razones teológicas y alusiones gramaticales–, podemos indicar el tiempo específico durante la época de “finales de verano o principios de otoño”: la época de Sukkot.

¿DÓNDE?

Sabemos que Jesús nació en Belén durante el tiempo del censo, y diciembre no hubiera sido tampoco el tiempo apropiado para un censo romano: tales censos no se hacían en invierno, cuando las temperaturas, algunas veces caían por debajo de cero y las carreteras estaban en muy malas condiciones. Por otra parte, principios de otoño –la época de Sukkot– podría ser un tiempo excelente para viajar a Belén. Incluso hay una teoría de que José y María planearon su viaje a Belén para coincidir con la peregrinación de Sukkot a Jerusalén. Viajar en una caravana de peregrinos desde Galilea les podría proporcionar un viaje más seguro. El movimiento de peregrinación también podría explicar la situación de no “hay lugar en la posada” en Belén.

Hay algo que debemos entender sobre la situación de “no hay lugar”. El escenario tradicional –María y José con el bebé Jesús en un establo, solo y abandonado– no tiene absolutamente ningún sentido en contraposición con el trasfondo social y cultural de la historia. En primer lugar, si Belén era el lugar de los orígenes ancestrales de José, lo más probable es que tuviera familiares allí y definitivamente hubiera sido bienvenido en cualquier casa de estos parientes. Pero aunque “si él no hubiese tenido familiares o amigos en el pueblo, como miembro de la famosa casa de David, por ‘causa de David’, él hubiera sido bien recibido en casi cualquier casa del pueblo”.[1]

Así pues, ¿qué significa lo de no “había lugar para ellos en la posada”(kataluma, en griego significa “habitación de invitados”)? Probablemente quiere decir que Belén desde luego estaba muy saturado (debido al movimiento de peregrinación de Sukkot) y todas las casas estuvieron verdaderamente ocupadas. Sin embargo, eso no significa que José y María hubieran sido abandonados en cualquier sitio: la propia idea de que no serían llevados a una casa, sino a un lugar apartado de los demás, es culturalmente imposible”. Cualquiera que haya sido huésped de campesinos palestinos sabe que, a pesar de su hospitalidad, la falta de privacidad es inexplicablemente dolorosa. Nadie puede tener espacio para sí mismo, y uno nunca está solo ni de día ni de noche”.[2]  Si la habitación de invitados en la casa estaba ocupada, José y María hubieran estado con esa misma familia, en la habitación principal de la casa y hubieran estado rodeados de personas. Para que tuviesen más privacidad en el momento del parto, ellos probablemente hubieran ido al único lugar de la casa donde no hubiese nadie: a una habitación en la parte baja, donde guardaban los animales por la noche. Sin embargo, después de nacer el niño, ellos probablemente regresarían a la habitación principal. Las imágenes tradicionales de la Sagrada Familia, inclinándose todos ellos delante del niño, son preciosas –pero también poco probables–.

¿QUÉ CELEBRAMOS?

Jesús no nació un 25 de diciembre, entonces ¿qué celebramos en Navidad? Es muy popular hoy en día denunciar la Navidad como una festividad “pagana” que nada tiene que ver con la Biblia, y para estar seguros, nada en el Nuevo Testamento indica cuándo nació Jesús. Los escritores de los evangelios tampoco sabían la fecha o no lo consideraron importante, por eso, la época del año en que Jesús nació es un tema para debatir y hacer conjeturas. Sí, comúnmente se cree que la Iglesia escogió el 25 de diciembre con la intención de adoptar y absorber las tradiciones paganas del festival a Saturno. Sin embargo, como a menudo sucede, tanto en la Biblia como en nuestras vidas, a través de las espesas flaquezas humanas y sus errores, Dios todavía trabaja en Su propósito. Manteniendo la Navidad al mismo tiempo que los festivales tradicionales del solsticio de invierno, el mensaje de Navidad se hace increíblemente claro: en la hora más oscura del mundo, nació la “Luz del Mundo”. Para millones de creyentes, la Navidad es una celebración de la verdadera Luz viniendo al mundo. Esto no es un mensaje pagano: la Luz Divina está por encima de la más densa oscuridad –y esto es lo que celebramos tanto en Hanukkah como en Navidad–.

 

¡Feliz Navidad a todos mis maravillosos lectores!

¡Que sus corazones y sus hogares sean llenos de Su gozo y Su Luz!

 

 

[1]Kenneth Bailey, Jesus through Middle Eastern Eyes.

[2] Ibid.

About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

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