Descifrando El Nuevo Testamento: La Última Cena (1)

Si ha estado en Israel, probablemente ha visitado el Mini Israel Park, una maravillosa atracción que ofrece cientos de modelos con réplicas exactas de los lugares más importantes de Israel. Hay preguntas y respuestas de trivia, al menos en cada lugar y bajo cada modelo. Aquí hay una de las preguntas sobre la ciudad antigua de Jerusalén: ¿Sabía que la última cena de Jesús y sus discípulos fue un Seder de Pascua? Tuve sentimientos contradictorios cuando lo vi por primera vez: por una parte, es una señal de que Jesús está comenzando a ser reconocido como un judío en Israel, pero por otra parte, ¿será que realmente lo sabemos? ¿Podemos decir con seguridad que la última cena de Jesús y sus discípulos fue efectivamente un Seder de Pascua?

La naturaleza precisa de la última comida que Jesús compartió con sus discípulos, lo mismo que el día y la fecha de su crucifixión, han estado entre los temas más debatidos a través de la historia del Nuevo Testamento. Ciertamente es una pregunta demasiado grande para intentar resolverla aquí. ¿Jesús fue crucificado en ese día específico y en ese momento específico, cuando los corderos de la Pascua eran sacrificados en el patio del Templo? ¿Entonces la última cena no pudo haber sido ser un Seder, —la comida festiva que marca el comienzo de la Pascua?— ¿O fue la primera noche de la Pascua, cuando Jesús y sus discípulos tuvieron su última cena, y por lo tanto, fue un Seder? Estas preguntas han sido objeto de muchos debates durante mucho tiempo. Muchos sabios respetables han comentado sobre este tema durante años, y desde luego, no espero que ustedes acepten mi punto de vista. El propósito de estos artículos no es probar algo o dar respuestas finales: solo quiero mostrar que existen varias posibilidades al presentar los días finales de Jesús como una historia sólida y no controversial. Hacia este propósito me gustaría traer algunas ideas hebreas a discusión. Sin conocer las costumbres de la Pascua que existieron en los tiempos de Jesús, realmente podemos perder mucho, aquí es donde deben buscarse muchas respuestas y explicaciones de las discrepancias en las Escrituras (por ejemplo, entre los Evangelios Sinópticos y el Evangelio de Juan).

Discutamos primero el punto de vista tradicional: Jesús fue crucificado el viernes 15 de Nisán, y la última cena fue por supuesto, el Seder de Pascua. De acuerdo con este punto de vista tradicional, la comida de la Pascua tenía lugar el jueves por la noche. El jueves por la noche era 14 de Nisán, pero a la puesta del sol, se volvía 15 de Nisán. A la puesta del sol, al comienzo del 15 de Nisán, en el momento de la comida de la Pascua, Jesús y sus discípulos se reunieron en el Aposento Alto en Jerusalén para celebrar la fiesta.  Después de la cena, muy tarde esa noche, o algo después de media noche, Jesús fue arrestado en el Monte de los Olivos. Al amanecer, cuando el primer cordero del sacrificio diario es atado en el altar, Jesús es condenado por la corte judía y enviado a Pilato, el gobernador romano. Se debería observar que la palabra Pesaj no aplica exclusivamente al cordero de la Pascua en la vigilia de la fiesta, sino que es usada en las Escrituras y en el Talmud en un amplio sentido para toda la festividad, incluyendo los sacrificios chagigah que eran ofrecidos el 15 de Nisán. Así pues, a las nueve de la mañana (a la tercera hora) cuando Jesús es crucificado en la cruz, el primer cordero del chagigah es ofrecido sobre el altar del Templo. A las nueve horas, (o tres de la tarde) en la hora del segundo sacrificio diario, Jesús muere en la cruz.

Este punto de vista parece ser respaldado por los Evangelios Sinópticos. Sin embargo, todos somos conscientes de las dificultades encadenadas a este enfoque tradicional. En primer lugar, hay un problema de discrepancia conocido entre los Evangelios Sinópticos y el Evangelio de Juan, el cual aparentemente fecha estos eventos un día antes que los Sinópticos. Se han hecho numerosos intentos para armonizar todos los Evangelios, en particular con la ayuda del concepto de «diferentes calendarios». Si diferentes calendarios estaban en uso, entonces los días de fiesta se calculaban diferentemente por distintos grupos. Primero, los sabios distinguían entre la fecha farisaica de la Pascua y la fecha saducea que era un día antes, la cual podría estar detrás del Evangelio de Juan. Aún más prometedor es el hecho de que los esenios también usaban su propio calendario. La famosa historia del hombre cargando un cántaro de agua[1] se basa en que: un hombre llevando agua solo podía ser un esenio; los esenios tenían sus propias comunidades en diversas ciudades y también en Jerusalén, y ya que ellos usaban un calendario diferente, sus habitaciones para huéspedes todavía estaban disponibles. Por eso Jesús sabía que había una habitación disponible para la última cena —y podría ser que Él siguiese también el mismo calendario—. 

Hay algunos problemas respecto a este enfoque. Personalmente siempre he estado perpleja por el hecho de que cuando Judá salió, «algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: “Compra lo que necesitamos para la fiesta”»[2]. Hoy en día, en Israel, todo estaría cerrado durante la festividad, pero aunque algo estuviese abierto, ningún judío piadoso pensaría hacer algo con el dinero (si así era la festividad). Sin embargo, la pregunta principal desde luego es: ¿dónde está la señal de Jonás? ¿Cómo podemos llegar a tres días y tres noches si Él murió viernes y resucitó domingo y apenas habían pasado 40 horas entre su muerte y su resurrección?

La próxima vez intentaremos responder a estas preguntas —así como comentar los escenarios alternativos—. Debemos recordar que Jesús y sus discípulos eran judíos de Galilea que llegaron a Jerusalén para la Pascua. Quizás es en esas diferencias entre los judíos de Galilea y los judíos de Judea, donde tenemos que buscar las respuestas.

[1] Marcos 14:13

[2] Juan 13:29

About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

You might also be interested in:

Israel, Isaac, And The Lamb

Por Julia Blum

Join the conversation (No comments yet)

Deja un comentario