LA REVERSIÓN DEL MAL
Terminamos nuestro último post con la tesis, dibujada a grandes rasgos por la obra del Dr. Michael Heiser, de que el judaísmo del Segundo Templo visto en Génesis 6:1-4, no solo es la historia de la rebelión sobrenatural, sino uno de los pasajes centrales de la teología bíblica y de la comprensión del plan de Dios en la historia: “Sí, la entrada del pecado al mundo bueno de Dios, ocurrió en el Edén, pero el testimonio unánime del judaísmo del Segundo Templo es que, los vigilantes fueron los culpables de la proliferación del mal en la Tierra”.[1] Según los escritores del Nuevo Testamento que pertenecían al judaísmo del Segundo Templo, esta comprensión de los vigilantes como responsables de que el mal se esparciera por la Tierra y el tema de contrarrestar los efectos del mal, tenía que ser parte de su teología. “Consecuentemente, no debe ser ninguna sorpresa que el pecado de los vigilantes estaba guardado en sus mentes ya que ellos escribieron sobre lo que el Mesías, Jesús de Nazaret, debe, hizo y revertiría en Su venida y retorno”.[2] Los escritores del Nuevo Testamento sabían que la misión de Jesús era revocar el pecado —y si ellos creyeron que el mal entró y se expandió por los vigilantes, entonces Jesús tenía que contrarrestar lo que los vigilantes hicieron—.
Intentemos ver los trazos de esta teología del Segundo Templo en los evangelios. Descubriremos las referencias de los vigilantes y su pecado, y el mal que ellos trajeron, y se sorprenderán al ver que estas referencias, una vez descubiertas, esparcen luz en algunas escrituras confusas—de repente, cuestiones que ustedes han intentado resolver durante mucho tiempo, encontrarán respuestas claras—.
CUATRO MUJERES
Y aquí está la primer pregunta —la que probablemente ha sido hecha muchas veces por un número sin fin de personas desde que el Evangelio de Mateo fuera escrito—: ¿Por qué las cuatro mujeres son nombradas por Mateo, en la genealogía de Jesús, Tamar, Rahab, Rut y Betsabé? Existen cuatro matriarcas bíblicas tradicionales en Israel: Sara, Rebeca, Raquel y Lea (incluso cantamos una canción sobre arba imahot– cuatro madres); si Mateo decidió incluir mujeres, e incluir a cuatro de ellas, ¿no sería más lógico tener a estas cuatro madres en la genealogía del Mesías judío? ¿Por qué no se mencionan las matriarcas en absoluto, mientras que estas cuatro mujeres son explícitamente nombradas en el linaje de Jesús?
Demos una rápida ojeada a estas mujeres.
Tamar – La historia de Tamar se encuentra en Génesis 38. Probablemente es cananea (aunque el texto no lo dice explícitamente); es viuda, después de una doble tragedia que pasó (la muerte de sus dos maridos), parece ser que ella permanecería sin hijos, sin embargo, se disfraza como prostituta y engaña a Judá su suegro, para de este modo tener un hijo de él. “Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro”.[3] De esta unión, nace Perez y de él descenderán David y Jesús. Suficientemente interesante, no encontramos ninguna condenación respecto a Tamar en la Torá, aunque está claro que su desesperada acción no fue una acción normal, regular, ni ejemplar.
Rahab – Encontramos la historia de Rahab en el libro de Josué, en los capítulos 2 y 6. A diferencia de Tamar, que se disfrazó de prostituta, Rahab realmente fue una prostituta. Ella vivía en Jericó y ciertamente era gentil. El libro de Josué nos dice que “Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó».[4]
Rut – (del libro de Rut) – Así como Rahab, Rut es claramente gentil, una moabita. Su pasado en sí es de interés: para Israel, las mujeres moabitas eran asociadas con seducción e idolatría. Esta asociación viene del conocido episodio en el desierto, en Números 25 cuando los israelitas se vieron involucrados con las mujeres de Moab y las siguieron en idolatría. Sin embargo, más allá de sus raíces, Rut hace algo que, como en el caso de Tamar, habría sido una sensación “incorrecta” para los antiguos lectores judíos. En el capítulo 3 “Descendió, pues, a la era… Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó”.[5] La palabra hebrea traducida como “pies” (regel) es un conocido eufemismo para genitales en la Biblia hebrea… Al descubrir los “pies” de Booz (genitales) Rut está en efecto, ofreciéndose a Booz como esposa. Dado el entorno patriarcal de la cultura israelita, esto era una transgresión de la forma en que las cosas se hacían normalmente…”[6]
Betsabé – Todos conocemos la historia del adulterio de David con Betsabé y el asesinato de su marido, Urías el heteo (2 Samuel 11:1-27) – y claramente, como en las historias previas, una transgresión sexual también es evidente aquí.
Así pues, podemos ver que las cuatro mujeres en Mateo 1, de algún modo tienen conexión con relaciones sexuales ilícitas. La académica del Nuevo Testamento Amy Richter cree que lo que ella llama “Enochic Watchers Template” es esencial para entender a las mujeres en la genealogía de Jesús: Según el “Enochic Watchers Template”, el mal entró al mundo cuando los vigilantes transgredieron sus limitaciones celestiales para comprometerse en contactos ilícitos sexuales con mujeres y enseñarles artes ilícitas… Las consecuencias de la transgresión de los vigilantes son violencia, injusticia, maldad, idolatría y enfermedades”.[7] Ella cree que las cuatro mujeres de la Biblia hebrea mencionadas por Mateo en la genealogía de Jesús, están conectadas con el “Enochic Watchers Template”—y por eso ellas presagian la reversión de la transgresión de los vigilantes que el Mesías traería—.
Ahora podemos responder la pregunta de por qué fueron mencionadas estas cuatro mujeres por Mateo. El pecado de los vigilantes era de naturaleza sexual, y las consecuencias de la caída de los vigilantes son evidentes en todas estas cuatro historias, y esta es la razón principal para que estas mujeres sean incluidas en la genealogía del Mesías, quien traería lo opuesto y repararía las consecuencias del pecado de los vigilantes. Una parte esencial de la tradición judía es la creencia de que cuando el Mesías venga, todas las cosas serán reparadas (incluso los cerdos serán kosher)[8] —y si recordamos la caída de los vigilantes, ya podemos ver esta creencia reflejada en la genealogía de Mateo—.
[1][1] Heiser, Michael S. Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten Mission of Jesus Christ (Kindle Locations 107).
[2] Ibid., 928-930
[3] Génesis 38:15
[4] Josué 6:25
[5] Rut 3:6,7
[6] Heiser, Michael S.. Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten Mission of Jesus Christ (Kindle Locations 1415-1417).
[7] Amy S. Richter, “The Enochic Watchers’ Template and the Gospel of Matthew,” PhD dissertation, Marquette University, 2010.
[8] “¿Por qué el cerdo [en hebreo] se llama chazir? Porque en el futuro, Dios regresará [leha-chazir] a Israel”.
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