La última Semana De Jesús En El Contexto Judío

Originalmente hoy iba a continuar discutiendo «las difíciles cuestiones de la Pascua»: por qué «los suyos no lo recibieron» y cuál es el lugar de Israel en este guión escrito por Dios. Especialmente en días como en el que estoy escribiendo ahora —Yóm HaShóa, Día del Recuerdo del Holocausto— la última oración de mi publicación anterior pide que se continúe: «Sabiendo que Él vino no solo por su propio sufrimiento, sino también por el sufrimiento de su propio pueblo —elegido para no reconocer y así convertirse en “enemigos por tu causa”— Jesús llora abiertamente por todo el tormento que se desatará sobre Israel en su nombre…»—. Sin embargo, una vez más, las preguntas de los comentarios han cambiado mis planes. Definitivamente hablaremos más sobre la dinámica de Israel y Jesús, pero hoy trataremos de averiguar los eventos de la Última Semana.

El día y la fecha de la crucifixión de Jesús han estado entre los temas más debatidos a lo largo de la historia del Nuevo Testamento. También he abordado este tema aquí antes, sin embargo, nunca he reunido todos los argumentos «judíos», y esto es lo que intentaré hacer hoy. Como siempre, me gustaría agregar un descargo de responsabilidad: no pretendo tener las respuestas finales; nadie puede estar cien por ciento seguro de exactamente cómo y cuándo ocurrieron estos eventos. Además, aunque compartiré con ustedes algunas ideas hebreas aquí, todavía quiero que recordemos que siempre existe la posibilidad de que nos falte algo: «Las cosas secretas pertenecen al Señor». Mi punto es que no tenemos que tropezar con esta historia: hay varios escenarios plausibles que presentan los últimos días de Jesús.

Todos conocemos el concepto tradicional: La Última Cena fue la comida de la Pascua (séder) que tuvo lugar el jueves por la noche, y el viernes, Jesús fue crucificado. Este punto de vista parece estar respaldado por los evangelios sinópticos. Sin embargo, existe un conocido problema de discrepancia entre los evangelios sinópticos y el Evangelio de Juan, que parecen fechar todos estos eventos un día antes que los sinópticos. Se hicieron numerosos intentos para armonizar todos los relatos de los evangelios, en particular con la ayuda del concepto de «diferentes calendarios»: si se usaron diferentes calendarios, entonces los diferentes grupos calcularon los días festivos de manera diferente. Primero, los eruditos distinguieron entre la fecha farisaica de la Pascua y la fecha saducea un día antes, que podría estar detrás del Evangelio de Juan. Aún hay más evidencia que apunta al hecho de que los esenios también usaron su propio calendario. La famosa historia del hombre con una jarra de agua[1] se basa en eso: un hombre que cargaba agua solo podía haber sido un esenio; los esenios tenían sus comunidades en varios pueblos, y también en Jerusalén, y como usaban un calendario diferente, sus habitaciones de huéspedes aún estaban disponibles. Es por eso que Jesús sabía que habría una habitación disponible para la Última Cena, y es posible que también haya seguido su calendario.

Personalmente no acepto este concepto. No creo que la Última Cena fuera la comida tradicional de Pascua. ¿Por qué? En primer lugar, siempre me ha dejado perpleja el hecho de que cuando Judas se fue en medio de la Última Cena, «algunos pensaron, porque Judas tenía la alcancía, que Jesús le había dicho: “Compra aquellas cosas que necesitamos para el banquete«». En el Israel de hoy, todo estaría cerrado durante la Fiesta, pero incluso si algo estuviera abierto, ningún judío piadoso pensaría en comprar algo con dinero el día de la Fiesta.

Sin embargo, hay otro argumento mucho más importante: los textos judíos dicen explícitamente que el cordero pascual se debía comer durante la cena pascual: «Un cordero pascual es inválido si era sacrificado para aquellos que no lo comerían…».[2]

El comer del sacrificio pascual fue la parte principal del séder; por lo tanto, la comida ANTES del sacrificio, por definición, no podría haber sido percibida como un séder.

Si la Última Cena no fue un séder, ¿qué fue? ¿Cuál fue la naturaleza de esta comida? Permíteme compartir algunas citas adicionales del tratado de Pesajím de la Mishná: «…Los sabios dicen que en Judá trabajarían el día antes de Pesáj hasta el mediodía, mientras que en Galilea no trabajaban en absoluto… Cuando alguien viene de un lugar donde sí trabaja a un lugar donde no lo hace (o de un lugar donde no lo hace a un lugar donde sí lo hace) aplicamos las restricciones más severas tanto del lugar de donde viene como del lugar al que va…».[3]

Vemos que hubo diferentes tradiciones festivas en diferentes lugares. Como todos sabemos, Jesús y sus discípulos fueron galileos, por lo tanto, habrían observado las tradiciones galileas. Hubo varias diferencias entre la observancia de la Pascua judía y la galilea, pero la más importante fue un ayuno especial: el ayuno de los primogénitos, en memoria de los israelitas primogénitos que fueron salvados de la muerte (por eso leemos en la Mishná que «en la Galilea, no trabajaban en absoluto» el día de la Pascua). El ayuno tuvo lugar el 14 de Nisán, el día de la Pascua.[4]

En hebreo la última comida antes del ayuno se llama seudá mafséket (si alguna vez has estado en Israel para Yóm Kipúr, sabrás que la seudá mafséket, la última comida antes del ayuno de Yóm Kipúr, es un evento muy importante y especial). Por lo tanto, en la tradición galilea, tenía que efectuarse esta comida especial al comienzo de la Pascua (14 de Nisán) llamada seudá mafséket, la última comida antes del ayuno completo. La próxima comida sería la cena de la Pascua, el séder.

Tratemos ahora de averiguar los eventos de la última semana de Jesús, comenzando con su resurrección en las primeras horas de Yóm Rishón (domingo), porque el domingo es un hecho. Para hacerlo simple, solo contaremos tres noches hacia atrás y llegaremos al jueves, y luego todo lo demás encajará. Fue el miércoles 13 de Nisán que los discípulos prepararon esta comida especial que llamamos la Última Cena y que fue, de hecho, la seudá mafséket, la última comida antes del Ayuno de los Primogénitos. Jesús y los discípulos comieron esta comida el miércoles por la noche, al comienzo de la Pascua, cuando el día cambió al 14 de Nisán; luego Jesús fue arrestado esa noche, juzgado y condenado el jueves por la mañana temprano, y luego crucificado durante el día, y todo esto sucedió durante el día de la Pascua, el 14 de Nisán, el jueves.

Algunas personas preguntan: ¿por qué el jueves y no el miércoles? Primero, si Jesús murió en la cruz el miércoles, tenía que entrar a Jerusalén cuatro días antes, el mismo día en que el cordero perfecto iba a ser apartado en Éxodo 12, y en este caso, sería sabbát, una hora muy poco probable de entrar a Jerusalén. En segundo lugar, el griego usado en Juan 20:1 sugiere las primeras horas de la mañana, el amanecer, la vigilia del amanecer: «El primer día de la semana, María Magdalena fue temprano al sepulcro, cuando aún estaba oscuro, y vio que la piedra había sido quitada del sepulcro». Esto significa que la noche desde Motzéy Shabát (la salida del sabbát) hasta el domingo por la mañana, fue una de las tres noches. En este sentido, solo el jueves parece «funcionar» tanto hacia atrás como hacia adelante: entonces tanto el Domingo de Ramos como el signo de Jonás tienen sentido. Así, el jueves 14 de Nisán, Jesús murió en la cruz; y el domingo 17 de Nisán, ¡resucitó!

 

[1] Marcos 14:13.

[2] Mishna, Tractate Pesachim, Chapter 5 Mishna 3.

[3] Ibid., Chapter 4, Mishna 1.

[4] Puedes leer más sobre esto en: David H. Stern, Jewish New Testament Commentary, ­ Jewish New Testament Publications, 1995, p. 77.

 
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About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

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