La voz en el desierto es uno de los signos de identidad favoritos para ambos. Para los Evangelios del Nuevo Testamento en su presentación de Juan el Bautista y para los escritos sectarios de la Comunidad de Qumran.
“1-3 Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti. Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas”.
Una vez el versículo previo del Evangelio de Marcos manifiesta el tema principal, el autor rápidamente introduce el personaje que ha venido a ser conocido como Juan el Bautista. Como connotación, un rápido recorrido es una de las características de este Evangelio. Primero nos introduce a Juan el Bautista, la mente profundamente israelita de Marcos no puede pasarse por alto este punto tan importante – la referencia fundamental de las palabras de Dios habladas a través de los profetas de la antigüedad.
La cita del versículo dos, no solo viene de Isaías, también en Malaquías 3:1 y probablemente de Éxodo 23: 20. Los antiguos manuscritos de este Evangelio, conforme al patrón tradicional Israelita, se refiere no solo a los grandes profetas como en el caso de Isaías, los manuscritos medievales de este Evangelio indican que escribas cristianos estaban incómodos con esto y cambiaron la referencia de Isaías con la referencia aclaratoria de “los profetas”.
En la versión Masotérica de Isaías 40:3 leemos:
ק֣וֹל קוֹרֵ֔א בַּמִּדְבָּ֕ר פַּנּ֖וּ דֶּ֣רֶךְ יְהוָ֑ה יַשְּׁרוּ֙ בָּעֲרָבָ֔ה מְסִלָּ֖ה לֵאלֹהֵֽינוּ׃”
En la primera parte de esta versión Hebrea, esta cita se puede traducir como: “una voz clamando en el desierto” o como: “la voz de uno clamando en el desierto”.
La Judeo-Cristiana Septuaginta opta por una de estas opciones imaginando a alguien en el desierto que está clamando:
Φωνὴ βοῶντος ἐν τῇ ἐρήμῳ Ἑτοιμάσατε τὴν ὁδὸν Κυρίου, εὐθείας ποιεῖτε τὰς τρίβους τοῦ θεοῦ ἡμῶν.
Que traducido quiere decir: “La voz de uno clamando en el desierto: “preparad el camino del Señor, haced rectos los senderos de nuestro Dios”.
Asegúrese de leer mi artículo “¿Fue el Nuevo Testamento escrito en Hebreo?” (click en este link) donde yo argumento que los textos de la pre-septuaginta encontrados en Qumran muestran que la Septuaginta fue legítimamente usada por los autores del nuevo Testamento como centro del Texto Bíblico.
Este matiz viene a ser muy importante cuando volvemos nuestra atención a la posible conexión entre los primeros movimientos del Judío Jesús y los Esenios, que aparentemente tenían una rama en Qumran. La comunidad de Qumran y su extenso movimiento Esenio tenía un gran número de similitudes con el incipiente movimiento judío de Jesús. También tenía un parecido número de diferencias. De hecho, es la acumulativa cantidad de similitudes y diferencias lo que nos justifica en pensar que el primitivo movimiento de Jesús (incluyendo el ministerio de Juan el Bautista) tuvieron algunas raíces o al menos experiencias en la comunidad de Qumran. Con el tiempo, sin embargo, la comunidad de Jesús desarrolló una polémica relación con la comunidad de Qumran.
Una notable similitud y diferencias entre los materiales de Qumran y los Evangelios es ésta: Qumran presenta su comunidad establecida en el desierto (como a unos 20 km de Jerusalén) como la voz clamando en el desierto, mientras que los Evangelios hablan del cumplimiento de Isaías 40:3 solo en las condiciones del ministerio de Juan el Bautista.
Leemos en 1QS 8.12b-16b: “… ellos (los miembros de la comunidad) separarán sus viviendas de las viviendas de los hombres impíos y se adentrarán en el desierto para preparar el camino de Él; como está escrito: Preparad en el desierto el camino de… haced en el desierto camino recto para nuestro Dios. Esto es el estudio de la Ley que Él mando por mano de Moisés… y como los profetas han revelado por Su Santo Espíritu”.
En realidad, el término Santo Espíritu raramente (si acaso) aparece en la Biblia Hebrea y en una amplia variedad de literatura Judía salvo en dos notables excepciones- los Evangelios del Nuevo Testamento y en los documentos sectarios de Qumran.
“Juan apareció, bautizando en el desierto y proclamando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados. 5 Y toda la región de Judea y todo Jerusalén iban a él y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados”.
¿Pudiera ser que Juan el Bautista alguna vez perteneciese a la comunidad de Qumran? Sí, su énfasis en la purificación ceremonial del agua, sus orígenes sacerdotales, su estilo de vida ascética, su casi idéntica justificación misionera (la voz del desierto), su curiosa dieta (que debatiremos próximamente), su mensaje apocalíptico lo mismo que su ubicación general ciertamente podrían guiarnos en esta dirección.
¿Fue Juan el Bautista/Bautizador, un Qumranita por afiliación? Ciertamente, no. Qumran tenía un liderazgo muy severo en su estructura. Juan, lo mejor que podemos decir, trabajó solo. Por eso, es mucho más seguro concluir en que Juan podría haber tenido una anterior conexión con Qumran (tal como una referencia de Qumran, tentativamente sugiere) y entonces con el tiempo, se separó de ellos, desarrollando su propio ministerio en una dirección muy diferente. No debemos olvidarnos de que nuestro conocimiento sobre los movimientos Judíos de la Antigüedad es todavía fragmentaria y es muy posible que Juan estuviese afiliado de alguna manera con otro movimiento judío, desconocido para nosotros, movimiento de judíos llamando a los otros Judíos al arrepentimiento. Su afiliación no es la cuestión. El hecho de que era “la voz del que clama en el desierto” ciertamente, sí lo es.
Oración:
Elohei Yisrael, Dios de Israel,
Te imploramos que nos muevas para oír Tu voz clamando en el desierto, respondiendo con arrepentimiento y fe, pero también formando parte en la comunidad de fe que, de alguna forma todavía clama en el desierto de manera que muchos puedan oír y creer.
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