Reflexiones Sobre La Pascua: El Cordero (ii)

El cordero de Pesach

 

Ya hemos pasado un tiempo comentando sobre la historia del cordero del Aqedah en Génesis 22 – la primera vez donde aparece la palabra “cordero” en la Torá–. Esta vez vamos a comentar sobre el cordero en el capítulo 12 del Libro de Shemot (Éxodo), que relata la historia del Éxodo de Egipto. Igual que el Akedah, el Éxodo ocupa un lugar único en el Plan de Dios para Israel, lo mismo que Su plan para toda la humanidad. Leyendo este capítulo desde el principio encontramos otra vez un cordero: el cordero que debía ser sacrificado en la víspera del Éxodo y que debía ser apartado con cuatro días de antelación.

 

En el diez de este mes tómese cada uno un cordero… El animal será sin defecto, macho de un año… Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.[1]

 

Sin duda alguna, este pasaje es uno de los ejes centrales de la Torá para todos los que creen en la Palabra de Dios. Es ahí donde encontramos por primera vez la imagen del cordero para el sacrificio como base para la salvación. La muerte del cordero en Éxodo, con cuya sangre se marcaban los dinteles de las puertas, era el símbolo, la promesa y el fundamento para la salvación de Israel de Egipto. La apariencia del Cordero como inmolado,[2] en el Libro de Apocalipsis, es el símbolo, la promesa y el fundamento para que la salvación se esparciera por toda la tierra. Todo lo que le sucedió a Jesús durante los días de Pesach hace dos mil años, era la completa y literal manifestación del mismo escenario que Dios nos dio en el Libro de Éxodo.

 

En mi último post, mencioné que en esta Pascua yo había decidido dar un regalo a mis lectores, una obra escrita sobre Pesach que escribí hace tiempo. Espero que la descarguen y la lean, (pueden descargarla de mi sitio web: http://readjuliablum.com), sin embargo me gustaría añadir unas palabras sobre esto. Los eventos (ficción, por supuesto) que se describen en la obra, tienen lugar en Egipto, justo antes del Éxodo. El actor principal es un niño llamado Avi cuya mascota favorita es un cordero, el cual es su amigo favorito y compañero inseparable de juegos. Cuando el Señor, por medio de Moisés da la orden de apartar un cordero para el sacrificio, la familia de Avi escoge ese cordero, posiblemente porque él era el mejor, o quizá porque era el único que tenían. La noche antes del Éxodo, los padres de Avi van a coger el cordero para matarle y el llanto del niño les persigue, preguntando todo el tiempo “¿Por qué? ¿Por qué él?, ¡si es tan bueno, tan dulce, tan limpio y puro!” Sus padres le responden: “por esa razón lo escogemos a él; porque no tiene defecto, es el que debemos usar para el sacrificio. Más adelante entenderás por qué no podemos hacerlo de otro modo y la razón por la que debe morir”. Esa noche, cuando estaban preparados para partir de Egipto, todos los miembros de la familia, incluido el niño lloroso, se sientan a la mesa para compartir el primer seder de Pascua en la historia de Israel, súbitamente hay un silencio completo. Entonces, primero desde una, y después desde otra casa, se escuchan los horribles gritos y lamentos. El niño, profundamente horrorizado, es protegido por sus padres, y cuando mira sus rostros, buscando inquisitivamente una explicación, su madre le dice: “¿ahora entiendes por qué tu cordero tenía que morir? En esta noche, el ángel de la muerte golpea a todos los primogénitos de Egipto, tú eres nuestro primogénito, y si no hubiera sido por la sangre del cordero que hay en nuestra puerta, tú hubieras muerto también. Con su muerte te ha dado la vida”. Con lágrimas en los ojos, el tembloroso Avi da gracias a Dios por Su provisión de salvación.

 

He relatado esta escena para ayudarles a entender cómo todo lo que le sucedió a Jesús cumplió con el escenario establecido por Dios durante el periodo del Éxodo. En un momento de la obra, los padres del niño parecen crueles e inhumanos ante los ojos de su hijo, pero simplemente seguían las instrucciones de Dios, salvando su vida con la sangre del cordero sacrificado. La crucifixión de Jesús también fue cruel e inhumana, pero mediante ella, el Plan de Salvación de Dios se cumplió con la sangre derramada por el ‘Cordero sacrificado’.

 

El enfermo silencioso

Así pues, Dios mismo proveerá un cordero en la persona de Su Hijo –este es el tema que fluye a través del Akedah. El sacrificio del cordero como fundamento de salvación es la imagen dada en el Éxodo. También hay algunos lugares en la Torá donde aparece esta palabra en un sentido muy literal, y no tiene añadidas especiales connotaciones espirituales. La tercera vez que encontramos una mención especial de un cordero en el Tanach es en el pasaje bien conocido del capítulo 53 de Isaías, que durante mucho tiempo vino a ser piedra de tropiezo entre los cristianos y el pueblo judío –con la primera lectura como una profecía de la muerte expiatoria del Mesías; mientras que esta última, la que Isaías describe, está contando proféticamente el sufrimiento del pueblo de Israel–. En el versículo siete de este capítulo leemos: Como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Aquí empezamos a escuchar un tercer motivo, sin el cual, la imagen Bíblica del cordero estaría incompleta: humilde y silencioso, el cordero carga con los sufrimientos puestos sobre Él en lugar de los demás. El sufrimiento sustitutivo del cordero manso y humilde, es el tercer motivo en conexión con esta imagen que encontramos en el Tanach.

 

Ahora, de una forma más significativa y profunda, podemos entender la exclamación de Juan el Bautista al principio del Evangelio de Juan –la exclamación con la que comenzamos nuestro estudio–. En las palabras: ‘¡Mirad! ¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!’, los tres misterios de Dios que hemos examinado, son fusionados en un todo unido: El Cordero de Dios significa que este es el Hijo (Génesis 22) y que Su sufrimiento sustitutivo (Isaías 53) vendrá a ser el fundamento de salvación (Éxodo 12). Todo lo que el Señor habló a Israel durante su historia, ha encontrado cumplimiento en el sufrimiento sustitutivo y muerte del Cordero (puedes leer más sobre el Cordero en el Tanach (Antiguo Testamento) en mi libro If you are Son of God...)

 

 

 

[1] Éxodo 12:3-7

[2] Apocalipsis 5:6

About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

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  1. Rafael

    Querida Julia:
    leyendo la introducción me surge la siguiente duda: ¿Por qué el Plan de Dios para Israel no es lo mismo que el de toda la humanidad, y por qué el Plan de Dios para toda la humanidad no es lo mismo que el Plan de Dios para Israel?

    «Es en el Exodo donde encontramos por primera vez la imagen del cordero para el sacrificio como base para la salvación», 1.- al estar marcada la puerta con la sangre del cordero el ángel exterminador pasaba de largo 2.- por la acción del ángel exterminador en los primogénitos de Egipto, el Faraón se da por vencido y les da su libertad.

    «Todo lo que le sucedió a Jesús durante los días de Pesach hace dos mil años, era la completa y literal manifestación del mismo escenario que Dios nos dio en el Libro de Éxodo».

    Más mientras en el libro del Exodo no sucede nada a los representantes del pueblo de Israel y alcanzan la libertad, En Pesach sacrifican a Jesús, el cordero inmolado para dar vida tras su Resurrección y creación del Cuerpo Místico de Cristo (CMC). De hecho el Evangelio según San Mateo comenta que: «Las tumbas se abrieron, y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron. Después que él resucitó, salieron de las tumbas, entraron en la Ciudad santa y se aparecieron a muchos». Los que no eran santos tenían que purificarse antes de resucitar. Por qué Jesús: ¿Por qué? ¿Por qué él?, ¡si es tan bueno, tan dulce, tan limpio y puro!
    “por esa razón lo escogemos a él; porque no tiene defecto, es el que debemos usar para el sacrificio.

    Por lo cual en el Exodo no hay que morir para salvarse, sin embargo en Pesach mueres y pasas a las «estancias» del CMC, y después de la conversión y purificación de Cristo, Jesús te resucita.

    «Aquí empezamos a escuchar un tercer motivo, sin el cual, la imagen Bíblica del cordero estaría incompleta: humilde y silencioso, el cordero carga con los sufrimientos puestos sobre Él en lugar de los demás.»

    Es lo único que quería comentar.
    Un abrazo
    Rafa.

  2. Carlos Alberto Cueto Salinas

    Maestra, esta lectura me abre las puertas extrasensoriales, es decir, mas allá de lo que veo, oigo físicamente, para comprender, ratificar y sentir el plan de Dios, el Padre Eterno, que en Su Amor infinito nos da a su propio Hijo para nuestra redención con el fin de abandonar o superar nuestro ego, nuestras explicaciones materialistas e intelectuales sobre la vida y ser lograr ser sabios y justos a sus ojos para co-ayudar en la realización de su plan divino para el Hombre, sin duda que la imagen del cordero, tanto en la mirada del Tanach, como en la de los que somos cristianos coincide en que éste debe ser el mas puro, comprensivo, misericordioso, humilde y manso, un ser espiritual en esencia, lleno de Amor, siendo ya la Consciencia Divina y encarnado en un cuerpo en este mundo físico al cual vinimos a aprender y a co-realizar el Plan de Dios, felices pascuas.

  3. Jorge Segovia

    Muchas gracias una explicacion muy bien redactada, muy agradecido con ud..