Tres MÁs Cuatro: Raquel

¿FAMILIA JOVEN?

La última vez hablamos de Lea, quien fue «odiada» –no elegida–. La última de las cuatro madres, Raquel, se describe en Génesis como la bella y amada esposa de Jacob, a quien él había elegido desde su primer encuentro.

La historia del amor apasionado de Jacob por Raquel es una de las historias más románticas de la Biblia. Mientras leía una descripción muy gráfica de su primer encuentro en el pozo, un lector cristiano suele imaginar a un joven que estaba tan emocionado por ver a esta hermosa muchacha que él solo hizo rodar la piedra que debían rodar varios hombres juntos. Sin embargo, en la tradición judía encontramos una imagen muy diferente. ¿Qué edad tenían los héroes de este cuento romántico?

De la Escritura podemos derivar la edad de Jacob. Sabemos que Jacob tenía 130 años cuando llegó a Egipto.[1] Quedaban 5 años de hambre en ese momento.[2] José tenía 30 años «cuando estuvo delante de Faraón».[3] Significa que José tenía 30+7+ (7-5) = 39 años cuando Jacob llegó a Egipto a la edad de 130 años. En consecuencia, Jacob tenía 91 años cuando engendró a José (de hecho, «un hijo de su vejez».[4]) También sabemos que José nació como máximo después de 14 años de la llegada de Jacob a Padan Aram. Por lo tanto, Jacob vio a Raquel por primera vez, cuando tenía 91-14 = 77 años.

¿Qué edad tenía Raquel? Hay varias tradiciones con respecto a la edad de Raquel cuando se casó con Jacob (dependiendo de si se casaron antes o después de los siete años adicionales), pero casi todos los comentaristas están de acuerdo en que Raquel tenía veintidós años cuando Jacob la conoció.

El concepto bíblico de edad difiere significativamente de nuestra comprensión moderna, y la historia de Jacob, de 77 años, enamorándose de Raquel, de 22 años, lo demuestra. Sin embargo, todavía tenemos que tener en cuenta los 55 años de diferencia entre ellos, para poder entender la dinámica complicada en esta familia.

¿POR QUÉ MURIÓ RAQUEL?

Los comentarios judíos prodigan interminables elogios sobre Raquel: la describen como misericordiosa, generosa, compasiva y desinteresada. Francamente, yo personalmente no lo veo en las Escrituras. Tengo una impresión de que Raquel estaba bastante «mimada», al menos al comienzo de la historia, por su belleza, por su condición de «elegida» (preferida), por ser probablemente la «bebé» de la familia (aunque no sabemos exactamente si tenía hermanos menores, la Torá no dice nada al respecto, por lo que podemos suponer que ella era la más joven). Ella podría permitirse muchas cosas que su hermana «odiada» no permitiría; probablemente, aquí radica la explicación de su extraño robo. Tú quizás recuerdes la historia: en Génesis 31, después de largos años de servir a Labán, Jacob decide volver a casa cuando él se va, Raquel roba los ídolos domésticos de su padre. Labán alcanza a Jacob y lo acusa del robo. Jacob está absolutamente convencido de que, como cuestión de principio, no podía haber bienes robados en su campamento. En lo más profundo de su ser, se siente insultado por tal sospecha. Indignado por la acusación y sin saber del robo de su esposa, invita a Labán a buscar en todo el campamento. Él dice: «Con quienquiera que encuentres a tus dioses, no le dejes vivir».[5]

Labán busca en las tiendas pero no encuentra a sus ídolos: Raquel los esconde sentándose sobre ellos. Por lo tanto, la historia pareció terminar favorablemente. ¿Pero, es realmente el final?

Al poco tiempo de llegar a la tierra, Raquel, aún una joven, muere inesperadamente al dar a luz. La mayoría de los lectores no ven ninguna conexión entre esta muerte y la búsqueda de Labán en el Capítulo 31. Sin embargo, los comentaristas judíos conectan este trágico evento con el juramento de Jacob a Labán: «Con quienquiera que encuentres a tus dioses, no le dejes vivir». Este juramento se cumplió, no por Labán, sino por Dios mismo: el que había robado, tenía que morir.

El hebreo muestra que tanto Jacob como Raquel también se dieron cuenta de esta conexión. El nombre que la madre moribunda le da a su hijo –Ben-Oni– probablemente significa «el hijo de mi iniquidad» (און שלי, «mi maldad»). Comprensiblemente, Jacob no quería que el niño llevara este nombre, por lo que lo llamó Benjamín, «hijo de la mano derecha», que también puede interpretarse como «hijo del juramento», ya que la mano derecha en la Biblia frecuentemente simboliza un juramento.

Vemos las leyes del mundo espiritual en las Escrituras. Invisibles y muchas veces ignoradas, son sin embargo, tan inviolables como la ley de la gravedad. Dios mismo cumplió el juramento de Jacob a Labán –y Raquel muere–. Esta conexión se pierde en la traducción, pero las Escrituras hebreas la hacen muy clara.

Esta historia tiene otra implicación inesperada. Muchos años después, los hermanos de José habían sido acusados de robo por el mayordomo de la casa de José. Probablemente recuerdes la historia: los hermanos vuelven a Egipto por segunda vez, esta vez con Benjamín, y después de haber cumplido su misión, a la mañana siguiente emprendieron el camino de regreso. Probablemente también recuerdas que no mucho antes de partir, José le había ordenado a su mayordomo poner su copa –la de José– de plata en el saco de Benjamín. Entonces, «cuando hubieron salido de la ciudad, y aún no estaban lejos», el mayordomo los alcanzó y los acusó del robo. Los hermanos inssultados juran a su inocencia literalmente con las mismas palabras que Jacob dijo: «Con cualquiera de tus siervos que se encuentre, que muera»[6] Al igual que Jacob, sabían bien que robar era pecado, e incluso el pensamiento que de alguna manera pudieran estar involucrados en el robo era insoportable y ofensivo. Ambas búsquedas comienzan casi de la misma manera; pero el final de estas historias es muy diferente: la copa de José fue encontrada en el saco de Benjamín, el hijo menor de Raquel. Sabemos que Benjamín no robó la copa, sabemos que todo esto fue plan de José, sin embargo, hay una profunda verdad espiritual que debemos aprender de la comparación entre estas dos búsquedas. La Biblia quiere que la gente sea consciente de la responsabilidad espiritual que llevan, no solo por sus hijos, sino ante sus hijos también: las cosas que ocultan de Dios y del hombre puede, de la manera más inesperada, salir a la superficie en la vida de sus hijos. Por eso la búsqueda de Raquel, la madre que en realidad había robado y, sin embargo, en quien no se encontró nada, resuena una generación más tarde, en un drama tan tenso a través de la búsqueda de su hijo, quien siendo inocente, fue acusado de robo.

Esta publicación es la última de nuestra serie «Tres Mas Cuatro», y me gustaría terminarla con la palabras que encontré ya después de haber comenzado la serie: «de números simbólicos en la Escritura, no hay ninguno cuyo significado sea tan cierto y evidente como los números tres, cuatro y siete».[7] El dispositivo literario conocido como el patrón “Número Ascendente”, “Número Graduado” o “X/X+1”, ha sido identificado y estudiado en los textos bíblicos y extrabíblicos. De especial interés aquí es el caso de la secuencia 3/4, en la que el cuarto elemento, o un grupo de cuatro, significa un cambio de los tres anteriores».[8] Por lo tanto, no hay duda de que la elección aparentemente aleatoria de tres padres y cuatro madres en la historia de Israel tiene un significado espiritual muy profundo y realmente espero que ¡estos artículos te han ayudado a verlo!

 

 

[1] Génesis 47:9.

[2] Génesis 45:6,11.

[3] Génesis 41:46.

[4] Génesis 37:3.

[5] Génesis 31:32.

[6] Génesis 44:9.

[7] Adolph Saphir, The Lord’s Prayer, Keren Ahvah Meshihit, Jerusalem, p.59.

[8] Shira Golani, «Three Oppressors and Four Saviors – The Three-Four Pattern and the List of Saviors in I Sam 12,9-
11», ZAW 127 (2015), 294-303.

 

 

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About the author

Julia BlumJulia is a teacher and an author of several books on biblical topics. She teaches two biblical courses at the Israel Institute of Biblical Studies, “Discovering the Hebrew Bible” and “Jewish Background of the New Testament”, and writes Hebrew insights for these courses.

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  1. Josué Arita

    Hola buenas noches, hay un error en el análisis hecho de la edad de Jacob.
    Las citas están correctas, pero la edad de Jacob cuando conoció a Raquel era de 70 años.
    A continuación explicaré por qué:
    (Para redondear un poco diremos que ya habían pasado 3 años de hambre en génesis 45:6)
    Por tanto decimos que José tenía 40 años cuando Jacob llegó a Egipto. Por tanto Jacob tenía 90 años cuando nació José.
    Hasta ahí todo bien, el error en cuestión está en lo siguiente:
    De Génesis 30:25 entendemos porque la palabra de Dios lo dice, que cuando Raquel dio a luz a José,Jacob Salió Padan-Harán.
    Esto es muy importante, José era un recién nacido cuando Jacob huyo de Laban.
    Para mayor claridad citaremos génesis 31:41.
    La biblia dice claramente que Jacob sirvió 20 años a la bandera, y que era un recién nacido cuando salió de Padan Harán.
    Por tanto,concluimos qué: si Jacob tuvo a José a los 90 años, y cuando salió de Padan-Harán José era un recién nacido Génesis 30:25 y Génesis 31:41.
    Jacob tenía 70 años, cuando conoció por primera vez a Raquel a esa edad, para ser más Exactos 70 años y medio.
    Pero, se casó con ella a los 77 o 76 y medio.

    Josué Arita
    Ingeniero Eléctrico