Libro De Apocalipsis En El Contexto Judío (ap. 1:3) Dr. Eli Lizorkin-eyzenberg And Peter Shirokov

“Ap. 1:3 Bienaventurado es el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ellas escritas; porque el tiempo está cerca”.

Introduciéndonos lentamente a través del Libro de Apocalipsis veremos cada vez más que el libro no es una esporádica y calenturienta versión escrita de lo que Juan vio que sucedería en el Cielo. En su lugar, veremos que el Libro de Apocalipsis tiene una estructura matizada muy cuidadosa, característico de las tradiciones literarias Bíblicas en general y del género/tradición apocalíptico judío en particular entremezclado con epístolas (escrito manual) y de tipo profético.

Cuando llegamos al versículo 3, se nos introduce por primera vez en las esmeradas series de versiones de las siete bendiciones que hay intercaladas a través del libro. Es demasiado pronto, en nuestra investigación, para ver el patrón rítmico en la presentación de Juan. Sin embargo una parte de ese patrón se puede observar incluso ahora.

Está claro que el número siete es un número crucial a lo largo de todo este libro, y constituye la base numérica de la estructura de la composición del libro. La palabra “Mesías” (el Ungido) o “Cristo” se emplea siete veces (1.1, 1.2, 1.5, 11.15, 12.10, 20.4, 20.6). Juan anuncia su venida siete veces (2:5, 2:16, 3:21, 16:15, 22:6, 22:12, 22:20), siete veces para la frase “Señor Dios Todopoderoso/ Señor de los ejércitos”, está en (1:8, 4:8, 11:17, 15:3, 16:7, 19:6, 21:22). Por otra parte, hay siete “Amén” en el libro (1:6, 1:7, 3:14, 5:14, 7:12, 19:4, 22:20), la palabra “profetas” está referida en siete ocasiones (10:7, 11:18, 16:6, 18:20, 18:24, 22:6, 22:9) igualmente que la frase “el que está sentado en el Trono”, se emplea siete veces (4:9, 5:1, 5:7, 5:13, 6:16, 7:15, 21:5). (1)

Por lo tanto, es obvio para cualquier lector que Juan es muy aficionado al número siete y lo utiliza intencionalmente. Hay otras formas en que el número siete es utilizado, usualmente en multiplicación (el nombre de Jesús es empleado 14 veces, y el “Cordero” es mencionado 24 veces). En este punto de nuestro estudio, es importante que estudiemos las siete bendiciones/bienaventuranzas y veamos como la primera (Ap.1:3) se relaciona con las seis restantes. Por favor, permítanme darles una breve explicación sobre el método literario que antiguos autores judíos (bíblicos y no-bíblicos) frecuentemente empleaban para componer sus trabajos.

En los estudios bíblicos modernos, a esta estructura literaria se le llama “quiástica”, por la letra griega CHAI (X). Esencialmente ésta es la forma en que el patrón de pensamiento semítico viene a ser presentado en estudios literarios. El estilo poético judío se basa en el paralelismo, en la repetición, en la analogía típica de la segunda línea o idea que se va repitiendo en el contenido de la primera línea, algunas veces llevándolo más lejos, otras veces elaborando o clarificándolo. Es fácil mostrar primero un diagrama de cómo es la estructura quiástica y entonces intentar explicarlo. La unidad literaria, cuando es analizada tiene la siguiente estructura:

La frase, ya sea palabra por palabra o al menos pensamiento por pensamiento se repite al principio y al final de la unidad literaria. Es como si el autor original fuese desde A1 a B1, desde B1 a C1, desde C1 a D1. Entonces seguidamente cambia de rumbo y vuelve atrás en el mismo orden (D2, C2,  B2, A2).

Sugerimos que la primera bienaventuranza (Ap.1-3), está fuera de la estructura quiástica que le sigue. Su propósito es resumir o ajustar la escena para las siguientes bienaventuranzas que, de hecho están establecidas en la forma quiástica. Una vez se observa el conjunto por entero, el paralelismo del significado es dificilísimo de negar. Así es como nosotros lo vemos.

Resumen del enunciado: “Bienaventurado es aquel que lee y aquellos que escuchan las palabras de esta profecía y guardan estas cosas, que están escritas aquí, porque el tiempo está cercano.” (Ap. 1:3). Tal resumen manifestado está conectado con Ap. 1:1-2 donde se nos dice que este apocalipsis/develado tiene que ver con lo que pronto sucederá (en el v.3 “porque el tiempo está cercano”).

Estructura Quiástica

A1. “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. “Sí”, dice el Espíritu “descansarán de sus trabajos porque sus obras con ellos siguen”. (Ap. 14:13).

B1. “He aquí Yo vengo como ladrón en la noche. Bienaventurado es aquel que vigila y guarda sus ropas, para que no tenga que salir desnudo y sea vista su desnudez”. (Ap. 14:13).

 C1. “ Bienaventurados aquellos que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”. (Ap. 16:15).

 C2. “Bienaventurado y santo es aquel que tiene parte en la primera resurrección”. (Ap. 20:6).

 B2. “He aquí yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. (Rev. 22:7).

A2. “Bienaventurados los que cumplen sus mandamientos, para que tengan derecho al árbol de la vida y puedan entrar por las puertas de la Ciudad”. (Ap. 22:14).

Observen que A1 y A2 habla de la muerte del creyente y de su destino eterno (muertos en el Señor, teniendo derecho al árbol de la vida y entrando por la puerta de la ciudad, tal como encontramos más adelante, de la Nueva Jerusalén). Juan describe para sus lectores y oyentes las puertas de la ciudad con los nombres de las tribus escritos en ellas.

Ambos B1 y B2 están sin lugar a dudas, conectados por la apremiante necesidad de vigilancia (Yo vengo como ladrón y Yo vengo pronto). Además, la idea de vigilar es también un factor de conexión (guardando la ropa para que no sea robada, guardar las palabras de la profecía). (2).

Las bienaventuranzas de C1 y C2 no son una excepción, ambas hablan de una bienaventuranza futura para los creyentes (siendo llamados a las bodas (3) del Cordero y siendo dignos de participar en la primera resurrección).

La idea de ser “Bienaventurado” se pierde algunas veces en la traducción. La palabra traducida del griego como “bienaventurado” es μακάριος  (makarios)   que es el equivalente del hebreo אשרי (ashrey) que quiere decir “feliz”, gozosamente bendito, estado de favorable circunstancia. Esta palabra expresa una idea pasiva de alguien que está siendo objeto de un favor y que muy a menudo se encuentra en el Libro de los Salmos. De hecho, el libro empieza con “Cuan bienaventurado es el hombre que no anda en consejo de malvados” (Salmo 1:1).

Entre tanto que continuamos moviéndonos de versículo en versículo, de capítulo en capítulo, podemos ver un precoz destello del nivel de diseño del autor en la composición del Libro de Revelaciones dentro de los oponentes tradicionales del Apocalipsis Judío.

[divider]

1 Bauckham Richard, El clímax de la Profecía, (Bloomsbury Publishing Edinburgh 1993), pp 1-38.

2 Jesús habló de volver como un ladrón en la noche en Su discurso apocalíptico de Mateo 24. En sus parábolas Él también utilizó la imagen de las bodas cómo esperando el Reino de Dios – como la novia espera al novio. Las bodas están acompañadas de una gran fiesta y uno necesita “vestidos de boda” para ir a la fiesta (Mat. 22:11-14).

3 En el siglo I, las fiestas de boda judías ofrecían dos oportunidades para unirse a la celebración. Una era, una admisión generalizada tal como uno iba preparado para seguir la procesión nupcial en el patio de la casa del novio; la otra era por invitación personal/ individual, la cual se enviaba con tiempo anticipado a familiares y amigos.

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Deja un comentario

  1. Deury Sánchez

    que excelente aportación hacia el libro de Apocalipsis deberás hace que uno como lector amplíe ideas sobr lo oculto de este libro

  2. Deury Sánchez

    que excelente enfoque del mesaje apocalíptico ayuda a profundizar e imaginar ideas ocultas en este libro

  3. ABRAHAM MAESTRE

    GRACIAS LE DAMOS A NUESTRO DIOS POR ESTOS ESTUDIOS.SHALOM

  4. Yolanda Muñoz

    Bendiciones. Me parece que hay una equivocación en B1 no es Ap. 14:13, creo es Ap. 16-15 y en C1, no es Ap. 16:15, creo es Ap. 19:9. Por favor indicarme si estoy equivocada.

  5. emoga.

    Es importante escudriñar las escrituras desde el bereshit o AT, ahí El Señor prefigura lo que va pasar en el NT, así se lo explico a los discípulos de Emaús, aunque no lo entendieran hasta el partir el Pan, también hay que entender que el Espíritu Santo aún no los acompañaba, y la Verdad como hoy a pesar de tanto estudio, no podrá ser revelada en su plenitud, nuestra libertad de estudiar y profundizar las escrituras está unidad a la Verdad, nuestros hermanos Judíos forman parte del pueblo escogido por Dios, pero no debemos olvidar que el Señor los llamo, pero ellos no lo reconocieron, salvo un grupo de discípulos que poco a poco lo revelaron, San Juan uno de ellos en el Ap.

  6. Mónica

    Hola Eric, muchas gracias por responderme tan claramente. Sólo que ahora quedé curiosa con el último párrafo donde citas a los símbolos que sí se conocen. La explicación de los mismo, ¿hace parte de estos estudios?
    Saludos

    1. Eric de Jesús Rodríguez Mendoza

      BS»D

      Shalom Monikás!

      Pues, de momento podríamos iniciar una serie de comentarios al respecto; empezaré a prepararlo, de alguna manera esperaba esa pregunta 😉 😀
      Un abrazo,
      Eric.

      1. Mónica

        Gracias, Eric. Me gustaría profundizar
        Saludos