Siete Estrellas En Su Mano

19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. 20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra y de los siete candeleros de oro: los siete candeleros son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros son las siete iglesias.

En el versículo 19, se le dice a Juan que escriba tres cosas: 1) las cosas que ha visto, 2) las cosas que son y 3) las cosas que sucederán después de esto. Esta es la primerísima idea que tenemos, como lectores de la carta del Apocalipsis sobre la posible estructura de la obra de Juan. Habrán otras también, y nos referiremos a ellas tal como lo hacemos con este texto.

En el versículo 20 el Hijo del Hombre le explica a Juan y por extensión a sus lectores, el simbolismo de las siete estrellas en su mano y los siete candeleros entre los que se había paseado anteriormente (Apoc. 1:12-13) estando intrínsecamente conectado con las siete asambleas de creyentes en Jesús de Asia Menor y sus ángeles/mensajeros.

A menudo hay una confusión sobre la palabra “ángel” en los textos bíblicos y el Apocalipsis no es una excepción. Los ángeles siempre son vistos como seres celestiales. Así, cada vez que la palabra “ángel” surge en el contexto bíblico, la presencia sobrenatural de un ser celestial es asumida (considerando usualmente la manera en que los hemos imaginado siempre). Pero en Hebreo, la palabra MALACH quiere indicar también a un mensajero humano. Lo mismo que el significado de ANGELOS en el Koiné Judeo-Griego.

¿Puede uno hacer caso de mensajeros/ángeles entregando y leyendo cartas a sus congregaciones? Sí. Por otra parte, la literatura apocalíptica es rica en mensajeros celestiales entregando palabras a los humanos. Esto es un rasgo común y típico en la literatura judía. Juan escribe con este género apocalíptico.

Igual que los versículos del Apocalipsis de Juan, en el Libro del Jubileo, Jacob recibe siete tablillas de un ángel. Él las lee y descubre en esa siete tablillas la información sobre el futuro de su familia y cosas que sucederían en general. Leemos en el Jubileo 32: 20-21:

“Y acabó de hablar con él, y ascendió sobre él, y Jacob miró como ascendí al cielo. Y lo vio en una visión de noche, y he aquí un ángel descendía del cielo con siete tablillas en sus manos, y se las dio a Jacob, y él las leyó y supo todo lo que estaba escrito en ellas, lo que le sucedería a él y a sus hijos en el transcurso del tiempo”.

Como otros libros judíos apocalípticos, la carta del Apocalipsis de Juan incluye predicciones de eventos futuros que vienen a ser un consuelo especialmente en momentos de desánimo y persecución. En el tiempo de la brutal persecución de los seguidores de Jesús por el gobierno de Roma, el verdadero Rey de Israel, Jesús, el Hijo del Hombre y Sumo Sacerdote del Tabernáculo Celestial afirma que, todos aquellos que confían en Él pueden estar plenamente seguros de su futuro. Cristo les sostiene con su mano derecha con fuerza y autoridad. Ellos nada tienen que temer. Su futuro está asegurado.

(La imagen utilizada en este post es parte del Jerusalem Wall of Life murall – www.jerusalemwalloflife.org)